Seis de enero. Millones de hogares españoles amanecen con la ilusión reflejada en los ojos de los niños. Unos niños que abren los regalos que les han dejado junto al árbol tres mágicos reyes de oriente. Esperan, con una dulce y cálida inocencia infantil, que debajo de los coloridos envoltorios se escondan los juguetes que con tanta ilusión escribieron en sus cartas navideñas.
Para muchos seguidores de la NFL también es un día de ilusión. Los seguidores de los equipos merecedores de carbón, por su mala temporada en la NFL, esperan con similar anhelo infantil que a las seis de la tarde se empiecen a cumplir sus deseos futbolísticos. Porque este simbólico día navideño fue el elegido por Tua Tagovailoa para anunciar sus intenciones respecto a su carrera futbolística. El mundo futbolístico estaba esperando oír lo que ningún oído había escuchado ni ningún ojo había visto hasta ahora.
¿ QUIEN ES TUA TAGOVAILOA?
A estas alturas, casi todos los seguidores de fútbol americano han oído hablar de un jugador de apellido impronunciable que viste la camiseta de Alabama. Un jugador que ha conquistado las últimas temporadas la cima del fútbol americano colegial.
Tuanigamanuolepola, Tua para los amigos, Tagovailoa nació en Ewa Beach, Hawaii, hace veintiún años, en el seno de una familia samoana, siendo el mayor de cuatro hermanos.
Desde pequeño, mostró interés por aquellos balones ovalados de color marrón. A la temprana edad de dos años ya jugaba a lanzarlos por la casa familiar. Galu, que así se llama el padre de nuestro protagonista, no dudaba en colocarle el balón en la mano izquierda para jugar con su primogénito. Tanta pasión demostraba Tua por el fútbol americano, que incluso dormía abrazado a aquellos balones. Quizás soñando llegar algún día a momentos como el del seis de enero del dos mil veinte.
A la temprana edad de ocho años participó en los prestigiosos Pop Warner games, impresionando a los presentes con la potencia de su brazo al conseguir pases de hasta treinta yardas, algo impropio para los niños de su edad.
Todos los niños varones buscan durante su infancia una figura masculina con la que identificarse. Un progenitor, habitualmente, al que utilizan como espejo, para intentar descubrir en sus facciones y en sus actos sus propios rostros adultos del mañana. El espejo de Tua se llamó Seu, su abuelo paterno, un reputado miembro de la comunidad samoana local.
Seu confiaba en el talento de su nieto. Le pedía al pequeño que le contara lo sucedido en cada partido que jugaba. Un día Seu, un hombre de profundas convicciones religiosas, compartió con su nieto uno de sus versos bíblicos favoritos del libro de los Corintios: “Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente ha imaginado lo que Dios ha preparado” , augurando a Tua un brillante futuro como deportista.
Aquellas palabras permanecieron grabadas a fuego en la mente del infante ejerciendo un influjo de poderosa profecía reveladora. La muerte de Seu en 2014, a punto estuvo de truncar la carrera deportiva de Tagovailoa. En ese momento, consideró seriamente abandonar la práctica del fútbol americano. Al final, decidió que hacer deporte y cumplir la profecía que le hizo su abuelo paterno era la mejor forma de honrar la memoria de Seu.
NACE EL MESÍAS TUA
Sus actuaciones en el Saint Louis School, de Honolulu, no pasaron desapercibidas para nadie. Enseguida aparecieron las comparaciones con Marcus Mariota, otro ilustre estudiante del reputado colegio católico.
Al terminar sus estudios primarios, Tua se había convertido en el mejor jugador del estado de Hawaii. Recibió diecisiete ofertas universitarias decantándose finalmente por la marea carmesí de Alabama.
Durante su primer año en la liga universitaria fue el suplente de Jalen Hurts. De repente, el ocho de enero de dos mil dieciocho, cumpliendo parte de la profecía de su abuelo que reza que ninguna mente ha imaginado lo que Dios ha preparado, la vida y carrera deportiva de Tua da un vuelco de ciento ochenta grados.
Aquel día iba a sustituir en el descanso de la final por el título nacional, en el partido que enfrentaba a Alabama contra Georgia, a Jalen Hurts.
Alabama perdía 13-0 cuando se reanudó el partido en el tercer cuarto ya con Tagovailoa sobre el césped. El mundo entero iba a conocer al nieto de Seu aquella noche. Al niño que maravilló en los Pop Warnes games con ocho años, cuando en la prórroga de aquel mítico partido lanzó un pase de cuarenta y una yardas al receptor DeVonta Smith que suponía la victoria para el conjunto de Tuscaloosa, la obtención del campeonato nacional y el nacimiento del mito Tagovailoa.
Dos años después, con Tua ya convertido en leyenda viva de Alabama y después de conseguir 7442 yardas de pase y 87 lanzamientos de touchdown el mundo del fútbol americano se encontraba pendiente de la decisión del quarterback hawaiano.
LA DECISIÓN DE TUA
¿Por qué tanta expectación por el anuncio de Tagovailoa? La culpa la tiene su cadera derecha.
Cuando todo el mundo daba por asegurado el paso de Tua a profesionales, se produce una nueva zancadilla del destino en el camino del prometedor QB. El dieciséis de noviembre de este año, Tagoviloa sufre una luxación de la cadera derecha en un partido que enfrentaba a su equipo frente al de Mississippi Sate. Saltan las alarmas. La imagen del hawaiano abatido en la camilla mientras lo retiran del campo pone el corazón en un puño a multitud de aficionados.
Titulares alarmistas predicen que la profecía de Seu se ha roto. Anuncian que la carrera deportiva del jugador corre peligro. Tua se opera de la cadera derecha. Los informes médicos hablan de recuperación completa y muchas franquicias de la NFL respiran aliviadas al escuchar las noticias que llegan en torno al hawaiano.
Se especula con una posible vuelta de Tua a Alabama para disputar su último año universitario mientras termina de recuperarse. Con la duda de ese posible retorno flotando en el ambiente llegamos al momento decisivo, a este último día de reyes.
Acompañado por Nick Saban, su mentor durante los últimos tres años en Tuscaloosa y ataviado con una camisa florida que reafirma sus orígenes hawaianos, Tagovailoa se presenta ante el mundo para anunciar que ha decidido perseguir su sueño, cumplir la profecía de su abuelo y declara su intención de presentarse al draft de la NFL.
Muchas franquicias parecen dispuestas a escuchar, a pesar de la lesión, los cantos de sirena con ritmo de ukelele que llegan desde Hawaii y decantarse por el joven Tua para que guíe a su equipo futbolístico a la excelencia deportiva.
Entender los niños que fuimos nos hace comprender los adultos que somos en el presente. Conociendo la infancia de Tua y la influencia que supuso su abuelo Seu podemos augurar que Tagovailoa no va a rendirse. No va a consentir que una lesión de cadera le impida triunfar en el fútbol americano profesional. Está dispuesto a luchar con todas sus fuerzas para conseguir que se cumpla la profecía que un día de su infancia le hizo su abuelo. Mientras tanto, el resto sólo podemos esperar porque como reza el verso bíblico: “ninguna mente imagina lo que Dios prepara para el joven hawaiano”.