El 5 de junio de 1944 era el momento elegido para una acción bélica que determinaría el rumbo de la Segunda Guerra Mundial. No obstante, las condiciones meteorológicas hicieron que el líder de las tropas aliadas, el presidente norteamericano Dwight David Eisenhower, aplazara la operación para el día siguiente. Ese 6 de junio de 1944 fue conocido como el “día D”, momento en el que comenzó a ejecutarse la denominada Operación Overlord, que significaría el desembarco en las playas de Normandía de un gran número de tropas militares, abriendo un nuevo frente en la Europa Occidental y trocando el rumbo de ese fatídico enfrentamiento.
Del mismo modo, el día de año nuevo, cuatro programas futbolísticos universitarios medirán sus fuerzas con la intención de buscar un hueco en la batalla de las batallas, el Championship que se celebrará el próximo 11 de enero en el Hard Rock Stadium de Miami, y que decidirá el próximo monarca del College Football por los próximos 365 días. Siéntense y disfruten, llega el mejor momento de la temporada del football universitario. Se vienen los College Football Playoffs.
#VivirNFLSentirCollege
ROSE BOWL
#4 NOTRE DAME FIGHTING IRISH VS. #1 ALABAMA CRIMSON TIDE
#RollTide Vs. #GoIrish
01/01/21
22:00 / ESPN
AT&T STADIUM, ARLINGTON (TEXAS)
Goliat fue un guerrero filisteo que, según la Biblia, fue derrotado por el joven David en un combate desigual. La máxima “David contra Goliat” ha perdurado en el acervo popular para designar una situación de completo desequilibrio, un duelo entre enemigos antitéticos en forma y modo, una lucha entre un adversario muy fuerte y otro mucho más débil.
Efectivamente, el próximo viernes a las 22 horas asistiremos a un nuevo capítulo de la historia de David y Goliat, dos programas universitarios de gran abolengo y con una ingente legión de seguidores, pero que -sobre el papel- presentan una distancia sideral en su desempeño en el emparrillado. Todo parece indicar que las huestes de Nick Saban añadirán una muesca más en su revólver y se ganarán un puesto en la final, rogando a la Divina Providencia que el rival sea Clemson, con Trevor Lawrence a la cabeza. La mancha en el honor de hace dos años -Clemson martirizó a Alabama con un contundente 44 a 16- podría ser reparada por la Marea Carmesí. Pero el hado del fútbol colegial depara sorpresas y jamás se puede dar por vencido a nadie… y menos a estos Irlandeses Luchadores.
Notre Dame y Alabama disputarán la Rose Bowl, pero no en Pasadena. La más icónica bowl tendrá su sede -por circunstancias derivadas de la pandemia- en el AT&T Stadium de Arlington. Otra curiosidad es que la Rose Bowl siempre enfrenta a un equipo de la B1G frente a un programa de la Pac-12, pero en año de COVID-19 todo puede pasar…
NOTRE DAME
Durante 114 años de historia del programa, Notre Dame siempre ha jugado como equipo independiente, pero -en esta extraña temporada- los Fighting Irish se unieron temporalmente a la ACC. Por tanto, veremos en el AT&T Stadium un enfrentamiento entre el campeón de la SEC y el subcampeón de la Atlantic Coast.
Una de las claves del espectacular año irish ha sido su defensa, hasta el punto que el Coordinador Defensivo Clark Lea ha obtenido el puesto como nuevo Head Coach de Vanderbilt. Lea ya no es miembro del programa de South Bend y se encuentra en Nashville con la ardua misión de reconstruir el ruinoso programa commodore. Esa será una de las grandes incógnitas del encuentro: quién asumirá las riendas de las operaciones defensivas. No obstante, la defensa fighting irish tiene un engranaje perfecto y casi se puede decir que funciona por sí sola. Notre Dame ocupó, en temporada regular, el puesto 41º de la nación contra el pase, el 8º contra la carrera y el 12º en puntos permitidos -solo concediendo 17’1 puntos por encuentro-. Las figuras de la zaga son el espectacular linebacker Jeremiah Owusu-Koramoah (55 placajes, 1’5 sacks, 3 pases defendidos, 1 interceptación, 3 FF, 2 FR, 1 FTD), el maravilloso y omnipresente safety Kyle Hamilton (56 tackles, 6 pases defendidos, 1 interceptación) y el trío de linieros defensivos Adetokunbo Ogunjedi (6’5 sacks), Isaiah Foskey (4’5 sacks) y Daelin Hayes (3 sacks).
Ian Book cuajó -como toda Notre Dame- un discreto partido en el Championship ante Clemson, lanzando para 219 yardas y corriendo para 35 yardas negativas. Su movilidad fuera del pocket y la adaptación de un playbook que le concede mucha más libertad nos ha permitido ver la mejor versión de Book. Por tanto, es necesario que volvamos a encontrar al Book anterior a este encuentro frente a los Tigers, donde el esquema defensivo de Brent Venables anuló por completo al mariscal nacido en El Dorado Hills. Completa el 64% de los pases que intenta, consiguiendo 2601 yardas, 15 TDs y solo recibiendo 2 interceptaciones. Los mejores compañeros de Book por aire son los wide receivers Jason McKinley (697 yardas, 3 TDs) y Ben Skowronek (398 yardas, 5 TDs), y el impresionante ala cerrada freshman Michael Mayer (388 yardas, 2 TDs).
Mención aparte merece el colosal juego de carrera fighting irish, donde sobresale con luz propia Kyren Williams, responsable de 1061 yardas y 12 anotaciones. Williams está espectacularmente acompañado por Chris Tyree (480 yardas, 4 TDs) y C’Bo Flemister (299 yardas, 5 anotaciones). Sin duda, la clave del partido será ese matchup entre la defensa contra la carrera de Alabama y el juego terrestre fighting irish. Como ya hemos apuntado, Notre Dame tiene uno de los ataques por tierra más potentes de la nación, en el que la línea ofensiva permite una maniobrabilidad enorme a sus corredores. En este sentido, habrá que prestar especial atención a la labor del left tackle Liam Eichenberg.
ALABAMA
El año de Alabama está siendo impresionante. Tras las dudas generadas al principio de temporada, con ese encuentro ante Ole Miss -recuérdese que las huestes de Nick Saban encajaron 268 yardas terrestres, 647 yardas totales y 48 puntos en su victoria-, la defensa se ajustó y dejó ver una versión más acorde a la de campañas pretéritas, con la seguridad defensiva por bandera. No obstante, la conexión #Kyle2Kyle y Kadarius Toney volvieron a mostrar las flaquezas de la zaga crimson tide, sembrando de incertidumbre el minuto final del Championship de la SEC.
Aunque -lógicamente- Notre Dame no tiene la explosividad aérea de los Gators. Se espera un ataque masivo de las mesnadas de Brian Kelly por tierra, con un protagonismo especial para la movilidad de Book… pero precisamente -desde la matanza terrestre en Oxford- Alabama solo ha permitido a seis rivales superar las 100 yardas de carrera y apenas 3 anotaciones terrestres.
El quarterback Mac Jones ha rozado la perfección esta temporada: 3739 yardas de pase, 76’5% de pases completados (250 de 327), 32 TDs y 5 interceptaciones. Jones no debería tener problemas para maltratar a una mediocre defensa contra el pase de Notre Dame, que ha permitido 224’5 yardas de pase por encuentro. La secundaria fighting irish sufrirá especialmente la espectacular conexión de Jones con Devonta Smith. Ahora bien, Mac Jones requerirá de una gran labor de su guardia pretoriana, pues el pass rush de Notre Dame funciona muy bien, sabe meter presión y es responsable de 30 sacks esta temporada.
Sin duda, esta ofensiva de Alabama es la mejor de las últimas décadas. Tener a dos jugadores, como Devonta Smith y Najee Harris, en un estado de gracia tan exultante maximiza las posibilidades de los pupilos de Nick Saban. La campaña de Devonta Smith es simplemente alucinante, con 1511 yardas y 17 TDs, añadiendo una anotación por tierra. Cada vez son más los que abogan por su candidatura al Heisman Trophy. Su compañero de diabluras por aire es John Metchie III. El receptor sophomore ha logrado 782 yardas y 6 TDs y, junto a Devonta, forma un dúo de wide receivers de ensueño.
Najee Harris es un auténtico bulldozer en el backfield, con una capacidad atlética, técnica y física que lo convierte -de largo- en el mejor corredor de la futura promoción del NFL Draft 2021. Su exhibición frente a Florida recuerda a las mejores actuaciones individuales en la historia del College Football (178 yardas terrestres, 2 anotaciones, 67 yardas de recepción, 3 TDs). Sus números totales en esta temporada son una auténtica locura: 1262 yardas de carrera, 24 anotaciones y una media de casi 6 yardas por acarreo. Estadísticas a las que hay que sumar 316 yardas de recepción y 3 TDs.
El defensive front de Alabama es uno de los mejores de la nación, con 33 sacks. Aspecto que hace presuponer que Ian Book va a correr -en múltiples ocasiones- por su vida a lo largo del encuentro. La secundaria formada por el increíble freshman Malachi Moore (44 tackles, 6 pases defendidos, 3 interceptaciones, 1 FF, 1 FR, 1 FTD), Jordan Battle (58 placajes, 4 pases defendidos, 1 interceptación), Daniel Wright, DeMarcco Hellams y Patrick Surtain II será muy importante en la partida para minimizar el peligro aéreo fighting irish y, sobre todo, para ayudar a desconectar el peligroso juego de carrera de Notre Dame.
El defensive line sophomore Christian Barmore se ha erigido, con sus 6 sacks, en una auténtica máquina de presión para los QBs rivales. Por último, debemos destacar a esa excelsa pareja de linebackers, Christian Harris (68 tackles, 4’5 capturas, 2 pases defendidos) y Dylan Moses (68 placajes, 1’5 sacks, 3 pases defendidos, 1 interceptación, 1 FF), cuya labor será definitoria para anular el sistema terrestre de Notre Dame y volcar el encuentro del lado crimson tide.
Dicen que la experiencia es un grado y esta juega muy a favor de Alabama. Los pupilos de Nick Saban encaran su sexta participación en siete años en Playoffs. Por su parte, el programa de South Bend ha conseguido entrar en postemporada en dos de las últimas tres ediciones del College Football Playoffs, pero su última participación fue para olvidar. En la semifinal de 2018, el equipo de Brian Kelly fue barrido 30-3 por Clemson, sufriendo su zaga unos martirizantes 538 yardas totales tigers. Ian Book tuvo una muy discreta actuación, con apenas 160 yardas y una interceptación. Tanto Alabama como Notre Dame ya cruzaron sus caminos en el Championship de 2013. El resultado fue muy favorable para los Crimson Tide, ya que destrozaron a los Irish por un contundente 42-14. ¿Podrá Notre Dame emular a David y acabar con el Goliat carmesí? La solución, el próximo viernes.
SUGAR BOWL
#3 OHIO STATE BUCKEYES VS. #2 CLEMSON TIGERS
#GoBuckeyes Vs. #ALLIN
02/01/21
02:00 / ESPN
MERCEDES-BENZ SUPERDOME, NEW ORLEANS (LOUISIANA)
En 2005, el magnífico director británico Christopher Nolan rescató a Batman del ostracismo, dándole un lavado de cara a la serie y acercando al superhéroe a su versión más oscura y dramática. Batman Begins significó un auténtico éxito y marcó un nuevo inicio de la saga. Sin embargo, tres años más tarde -2008-, Nolan se superó y consiguió una cinta que significó un antes y un después. Su The Dark Knight fue una auténtica obra maestra, con una trama muy oscura, un increíble drama realista con un formato de thriller psicológico que hizo las delicias de crítica y público. Christian Bale nos legó la encarnación del mejor Batman, pero el malogrado Heath Ledger hizo una de las más espectaculares actuaciones de la historia del cine, con su versión del Joker.
En esta ocasión, el axioma de segundas partes nunca superan a las primeras no se cumplió. Clemson y Ohio State nos ofrecerán la reedición de las semifinales del pasado año… y ambos programas desean ofrecernos un espectáculo mucho mejor que el de 2019. Lawrence o Fields, ¿quién encarnará mejor el papel del Joker? Está claro que el parecido entre Heath y Trevor salta a la vista, pero Justin buscará que la banca salte y, así, incrementar sus posibilidades en el próximo NFL Draft.
OHIO STATE
En la semifinal del año pasado, Clemson perdía 16-0. Algunas controvertidas decisiones arbitrales y, sobre todo, el magnífico desempeño de Travis Etienne y Trevor Lawrence voltearon el marcador. La defensa tiger anuló por completo a Justin Fields y vimos a un quarterback que se amilana ante grandes defensas. Ryan Day y fundamentalmente Justin Fields desean acallar las críticas por su inclusión en los Playoffs, tomarse justa venganza y relanzar el stock del propio Justin de cara al próximo NFL Draft.
Aunque solo hayan jugado 6 partidos en la temporada -tres se anularon por circunstancias derivadas de la pandemia-, las huestes de Ryan Day han demostrado que son uno de los mejores ataques de la nación. Los Buckeyes están comandados por uno de los candidatos al Heisman Trophy, el QB Justin Fields (1521 yardas, 72’6% de pases completados, 15 TDs y 5 interceptaciones, añadiendo 274 yardas terrestres y 5 anotaciones). Su desempeño se antoja la clave para el devenir del encuentro. Si los Buckeyes quieren tener opciones de salir victoriosos de tan arduo envite, estas pasan por una estelar actuación del mariscal de campo nacido en Kennesaw (Georgia). Justin vuelve a medirse a su principal némesis: los partidos importantes. Todos aquellos duelos que han supuesto un foco general de atención han evidenciado al Fields más mediocre y terrenal. Por tanto, el georgiano se juega mucho en este encuentro: el acceso a una final y, además, su reivindicación y deseo de ser considerado como el segundo quarterback del próximo NFL Draft.
Quizá una de las claves del partido será ese épico duelo entre el pass rush de Clemson y la experimentada línea ofensiva de Ohio State. Nadie puede dudar del talento descomunal de los dos titulares true freshmen de Clemson. Hablar de Myles Murphy Bryan Breese supone tener en cuenta a dos de los rushers que protagonizarán el dominio de la posición en los próximos años. Ambos suman 6’5 sacks y se medirán con una de las guardias pretorianas más experimentadas de la liga. La seguridad de Fields y otorgarle el tiempo necesario para tomar las decisiones más coherentes debe ser la máxima de la OL buckeye y una de las prerrogativas inexcusables si los de Ryan Day quieren tener opciones en el partido.
El ataque de los Buckeyes está promediando nada más y nada menos que 42’5 puntos y 529’2 yardas (243’5 aéreas y 275’7 terrestres) por encuentro. Conforman un equipo poderoso en todas sus líneas, partiendo por una OL top, con el RG Wyatt Davis y el LT Thayer Munford como destacados, y que otorgan el tiempo suficiente a Fields para jugar muy cómodo. Otros jugadores a tener en cuenta son los WRs Chris Olave (528 yardas y 5 TDs) -que vuelve tras perderse el Championship ante Northwestern- y Garrett Wilson (621 yardas y 5 TDs). Del lado terrestre, se antoja clave la actuación de esa maravillosa dupla configurada por los corredores Master Teague III (449 yardas y 6 TDs) y Trey Sermon (675 yardas, 3 anotaciones), que parece en estado de gracia.
En el lado defensivo también tienen un plantel muy poderoso, pero quizá no tan dominante como otros años. Es una defensa que permite apenas 21 puntos por partido, además de 358 yardas (261’3 aéreas y tan solo 96’7 terrestres). La defensa contra la carrera tendrá la mayor prueba del año, ya que se enfrentan a un impresionante sistema de ataque por tierra, con Etienne y el propio Lawrence como auténticas puntas de lanza. En esa rocosa defensa hay que poner de relieve a los LBs Tuf Borland (26 placajes, 1’5 capturas), Pete Werner (37 tackles, 1 sack, 2 FF) y Baron Browning (22 tackles, 1 FF, 1 FR y 2 pases defendidos), al DE Jonathon Cooper (20 placajes, 2’5 sacks, 1 pase defendido), al DT Tommy Togiai (19 tackles, 3 sacks y 1 pase defendido) y al CB estrella Shaun Wade (20 tackles, 2 interceptaciones, 1 TD y 3 pases defendidos).
CLEMSON
Una vez consumada la venganza y reparada la mancha en el honor ante Notre Dame, las mesnadas del mediático pelirrojo de oro desean medir sus fuerzas ante la Marea Carmesí, reeditando aquel maravilloso duelo de 2018. ¿El único escollo? Ohio State. Trevor Lawrence está en plena forma y la defensa tiger asusta. Clemson llega a este duelo fratricida -quizás- en el mejor momento de la temporada. Desde aquella derrota el 8 de noviembre ante los Fighting Irish, los Tigers han destrozado y devorado a todas sus víctimas -incluida Notre Dame-, ofreciendo un auténtico espectáculo de juego y puntos.
Trevor Lawrence hizo ante Notre Dame su mejor partido de 2020. 322 yardas de pase, 2 touchdowns, 1 interceptación, 90 yardas de carrera y 1 anotación así lo atestiguan. La temporada de Lawrence está siendo relativamente buena -aunque no magnífica-, alcanzando 2753 yardas de pase, 22 TDs y solo sufriendo 4 interceptaciones. Añadiendo, además, 211 yardas de carrera y 7 anotaciones.
La otra gran piedra angular del ataque tiger será el corredor Travis Etienne. Etienne aúna 882 yardas de carrera y 13 anotaciones, siendo también una efectiva arma por aire con 524 yardas y 2 TDs. Los socios más productivos de Lawrence en el juego aéreo son los receptores Amari Rodgers (966 yardas, 7 TDs) y Cornell Powell (743 yardas, 5 TDs), así como el tight end Braden Galloway (331 yardas, 2 TDs).
Sin duda, el punto de inflexión en el que Clemson puede ganar el partido viene de la agresiva defensa de las últimas semanas. Los Tigers llegan a los Playoffs en el puesto séptimo total de la nación (25º contra el pase, 11º contra la carrera y 15º en puntos permitidos). Minimizar la movilidad de Justin Fields, forzarlo a pasar en situaciones comprometidas y neutralizar el juego de carrera se antojan las claves para un triunfo de los de Dabo Swinney.
La unidad de linebackers estará dominada por Baylon Spector (61 tackles, 3’5 sacks, 1 pase defendido, 1 FF, 1 FR), Jake Venables (30 placajes, 2’5 sacks, 1 pase defendido, 1 FF) y el veterano James Skalski (32 tackles, 1’5 sacks, 2 pases defendidos, 1 FR, 1 FTD). Los rushers Myles Murphy (35 placajes, 4 capturas, 3 FF) y Bryan Breese (18 tackles, 3 capturas, 2 pases defendidos, 1 FF) serán los encargados de amargar la noche a Fields. En la secundaria, brillarán con luz propia los safeties Nolan Turner (51 tackles, 2 pases defendidos, 3 interceptaciones) y Joseph Charleston (38 placajes, 2 pases defendidos), así como el cornerback Andrew Booth Jr. (24 placajes, 1 sack, 4 pases defendidos, 2 interceptaciones, 1 FR, 1 FTD).
#CoollegeNation #BeTheCoolest