Cada sábado, desde @CoollegeFB y @TheSpanishBowl, trataremos de dar una pincelada y anclar nuestra mirada en aquellos partidos, que -a priori- se presentan como más apasionantes y competitivos dentro del College Football. Son lo que llamamos los «Coolest» de Coollege
Un ancestral proverbio chino afirmaba que “cuando los hermanos trabajan juntos, las montañas se convierten en oro”. Sin duda, esa será nuestra intención con esta sección: el firme deseo de que College Football y NFL se den la mano, unan sus maravillosas sendas y que el público -más mayoritario del football profesional- otorgue una pequeña oportunidad a una competición que nos embarga, nos sublima y nos hace amar cada centímetro de los vetustos estadios y emparrillados de las más dispares e ignotas conferencias.
#VivirNFLSentirCollege
COOLEST 1 – WEEK 14
#13 BYU COUGARS AT #18 COASTAL CAROLINA CHANTICLEERS
#GoCougs Vs. #BEL1EVE
05/12/20
23:30 / ESPN-U
BROOKS STADIUM, CONWAY (SOUTH CAROLINA)
La maldita pandemia nos ha regalado, sin esperarlo y a última hora, el indiscutible mejor partido de la jornada. El College Gameday de ESPN se iba a realizar el próximo sábado desde Conway. Un hecho inaudito para este joven programa. Y, sin ninguna duda, tendrá un telón de fondo maravilloso con un impresionante encuentro -una auténtica bowl anticipada- entre dos equipos imbatidos: BYU (9-0), el número 13º de la nación, y Coastal Carolina, “rankeada” en el puesto 18.
Los Cougars reemplazarán a Liberty, tras los problemas que presentaban los Flames debido a la ola de COVID-19 que estaban padeciendo sus jugadores. Varios jugadores -entre los que se encuentra el QB estrella Malik Willis- y miembros del staff técnico fueron diagnosticados con positivo en coronavirus el pasado miércoles, haciendo inviable su concurso en el encuentro del próximo sábado.
BYU y Coastal Carolina tienen la esperanza de que, con una victoria en su enfrentamiento del sábado, su participación en las New Year’s Six Bowls quedará prácticamente confirmada.
BYU
Los Cougars buscaban desesperadamente un rival de calidad para esta semana, ya que su último partido disputado fue el pasado 21 de noviembre ante una débil North Alabama. Su próximo partido será el 12 de diciembre ante una San Diego State venida a menos. El programa de Provo soñaba con un partido que elevara su caché para optar a una gran bowl en las próximas semanas. En este sentido, Tom Holmoe, director atlético de BYU, expresó a ESPN su creencia total a que este encuentro pondrá en el escaparate nacional a ambos programas.
Los Cougars son, como Liberty o Army, uno de los escasos equipos independientes del panorama colegial. La pandemia ha afectado especialmente a BYU, ya que su calendario inicial era el más duro de la historia de los Cougars, pues incluía tres equipos Pac-12, dos programas de la B1G y un conjunto de la SEC. Lamentablemente, los de Provo tuvieron que reinventarse y no han podido enfrentarse a ningún equipo Power 5, aunque la Diosa Fortuna les ha permitido la disputa, a última hora, de este partidazo contra los Chanticleers.
La gran baza de los mormones de Provo es su gran poderío ofensivo, pues han anotado más de 40 puntos en ocho de sus nueve partidos de esta temporada, ganando sus cinco últimos encuentros por una media de más de 34 puntos. Zach Wilson es el indiscutible líder del ataque cougar. Su evolución en 2020 puede hacer que su nombre sea pronunciado -con toda probabilidad- el primer día del próximo NFL Draft. La calidad de Wilson siempre ha estado ahí, pero la pasada temporada sufrió la carencia de compañeros en ataque. Este año ha gozado de una de las mejores líneas ofensivas de la competición, cuenta con una pareja de corredores muy productiva y tiene un póker de socios aéreos de gran nivel. Wilson ha completado el 74’3% de los pases que intenta, consiguiendo 2724 yardas para 11 touchdowns y apenas ha sufrido 2 interceptaciones.
El tándem formado por Tyler Allgeier y Lopini Katoa constituye un backfield explosivo, que acumula casi 1200 yardas terrestres y 16 anotaciones. Sin duda, estos dos corredores se han beneficiado de las autopistas generadas por una de las mejores offensive lines del país, con linieros de la talla del left guard sophomore Clark Barrington o del center rs-junior James Empey. Por aire, la pareja Dax Milne (906 yardas, 6 TDs) y Gunner Romney (708 yardas, 2 TDs) está brillando con luz propia. Junto a ellos, también están destacando el receptor Neil Pau’u (343 yardas, 3 TDs) y el TE Isaac Rex (271 yardas, 8 TDs), una auténtica máquina en red zone.
La unidad defensiva diseñada por el head coach Kalani Sitake está rindiendo a gran nivel, pero aún no la hemos visto ante rivales de gran entidad. En este sentido, el dinámico y explosivo ataque de Coastal Carolina será una auténtica prueba de fuego para los defensas mormones. El jugador más productivo de este cuerpo es el linebacker Isaiah Kaufusi (59 tackles, 4 sacks, 1 interceptación), bien custodiado por sus compañeros de línea Keenan Lili (45 placajes, 1 pase defendido) y Payton Wilgar (36 tackles, 4 pases defendidos). También deberemos destacar la presión que ejercen los líneas defensivos Bracken El-Bakri (31 placajes, 2’5 sacks) y Khyiris Tonga (23 tackles, 2’5 sacks).
COASTAL CAROLINA
Coastal Carolina tenía el partido contra Liberty como el último de su temporada regular. Pero tendrá la oportunidad de cerrarla con un broche de oro en este enfrentamiento contra a BYU. Los Chanticleers están viviendo una temporada histórica de la mano de la gran gestión del magnífico head coach Jamey Chadwell. Se han convertido en el programa de la Sun Belt “rankeado” más alto y en el único equipo, dentro de la conferencia, en obtener un 9-0. El programa de Conway disputará el título de la Sun Belt, en su propio fortín de Carolina del Sur el próximo 19 de diciembre ante Louisiana Ragin’ Cajuns -equipo al que ya derrotaron-. Una victoria ante BYU sería el colofón a un año sensacional, el cuarto a nivel FBS del joven programa chanticleer.
El éxtasis llegó a Conway, tras la exhibición que dio el equipo en su arrolladora victoria 49-14, en San Marcos, frente a Texas State, victoria que aseguraba el billete para el Championship. El running back estrella C.J. Marable hizo el mejor partido de la temporada, alcanzando 157 yardas y 3 anotaciones. El diminuto corredor será una de las bazas del conjunto chanticleer a la hora de mantener el invicto y asolar a la defensa mormona. Se complementa a la perfección con sus dos compañeros de backfield, el sophomore Reese White (402 yardas, 5 TDs) y Shermari Jones (341 yardas, 3 TDs). 225’6 yardas terrestres por partido son números sensacionales, cifra que los coloca en el puesto 17º de la nación. Marable y compañía están asolando, hasta el momento, los emparrillados sin que nadie pueda pararlos.
El quarterback freshman Grayson McCall sigue deslumbrando esta temporada, manejando cada vez mejor las cadenas del ataque. Completa el 67’2% de sus pases intentados, alcanzando ya las 1747 yardas y 20 TDs, y solo recibiendo una interceptación. Su movilidad es otra de sus fortalezas, pues ha corrido 74 veces para 365 yardas y 5 anotaciones. Su gran socio es el wide receiver Jaivon Heiligh, que está realizando una campaña sensacional (682 yardas, 8 TDs). Junto a Heiligh, el ataque aéreo de Coastal Carolina cuenta con armas muy importantes como el tight end Isaiah Likely (423 yardas, 4 TDs) o los WRs Sam Denmark y Kameron Brown.
La unidad comandada por el Coordinador Defensivo, Chad Staggs, ha sido bautizada con el apelativo “Black Swarm” (Enjambre Negro), pues el poderío de la defensa reside en la fuerza colectiva, en su actuación como un auténtico enjambre mortífero. El cuerpo de linebackers es impresionante, con jugadores que están rindiendo a un nivel descomunal: Silas Kelly (67 placajes, 4’5 sacks, 1 interceptación), Teddy Gallagher (56 tackles, 0’5 capturas), Enock Makonzo (55 tackles, 2 sacks, 2 fumbles) y Jeffrey Gunter (39 placajes, 5’5 capturas, 1 interceptación). La presión al quarterback tiene dos nombres: Tarron Jackson (44 tackles, 8’5 sacks, 3 fumbles) y C.J. Brewer (47 placajes, 6’5 sacks, 1 fumble).
COOLEST 2 – WEEK 14
#24 TULSA GOLDEN HURRICANE AT NAVY MIDSHIPMEN
#ReignCane Vs. #BuiltDifferent
05/12/20
21:30 / ESPN2
NAVY-MARINE CORPS MEMORIAL STADIUM, ANNAPOLIS (MARYLAND)
Dos huracanes se verán las caras el próximo sábado sobre el emparrillado del Navy-Marine Corps Memorial Stadium de Annapolis. De un lado, ese mediático fenómeno llamado Zaven Collins; de otro, un auténtico ciclón -un poco más anónimo-, el magnífico Diego Fagot. Dos de los mejores linebackers de la competición, dos auténticos mariscales defensivos, dos caudillos de sus respectivas zagas, dos adalides capaces de cambiar -por sí solos- el signo de un partido.
El #24 de la nación, Tulsa, rinde visita a unos combativos Midshipmen, en su fortín naval de Maryland. El Golden Hurricane llega a este decisivo partido con un récord inmaculado de 5-0 en la American Athletic (5-1 como récord general) y necesita ganar este encuentro para asegurar su billete para el Championship de la AAC, que -presumiblemente- será contra Cincinnati. Por su parte, las huestes aleccionadas por Ken Niumatololo han ganado tres partidos y perdido otros tres en la conferencia, siendo responsables de un récord negativo general de 3-5.
Tulsa no pudo disputar su encuentro de la pasada semana ante Houston Cougars, debido a que los casos de COVID-19 asolaron al conjunto tejano. Navy, tras un parón de tres semanas, volvió a la actividad la semana pasada con una ajustadísima derrota (7-10) ante Memphis. Los Midshipmen, a pesar de sus tres derrotas seguidas, quieren aguar la fiesta del Golden Hurricane y prepararse para llegar en forma al clásico Army Vs. Navy del próximo 12 de diciembre. Los chicos de la Academia Naval ya derrotaron a Tulsa a domicilio (45-17) la temporada pasada.
TULSA
La irrupción del quarterback Davis Brin hace dos jornadas cambió por completo el signo del partido ante Tulane. El Golden Hurricane, tras la lesión de Zach Smith y el naufragio de Seth Boomer, se encomendó a un joven sophomore, que jugó como un auténtico líder. Brin se echó el equipo a la espalda, remontó una desventaja de 14 puntos, hizo bueno un hail mary y rescató -junto con una magnífica defensiva- un encuentro que los de Phil Montgomery tenían perdido. En la segunda prórroga, hizo su estelar aparición el mariscal defensivo Zaven Collins, interceptó a Michael Pratt, se recorrió 96 yardas y dio la victoria a Tulsa.
La ofensiva golden cane ante Tulane aunó 522 yardas (343 yardas por aire) y consiguió 24 puntos en apenas un cuarto. Brin está llamado a ser el quarterback del futuro del Golden Hurricane, pero -a juzgar por su última actuación- quizá sea ya una realidad del presente. Completó 18 de 28 pases para 266 yardas y 2 touchdowns, completando su exhibición con una anotación de carrera. Zach Smith -hasta el partido ante los Green Wave, QB titular- es cuestionable para el partido, así que todo parece indicar que el mariscal destinado a mover las cadenas ante los Midshipmen será el joven Brin.
La otra gran noticia del encuentro fue la irrupción del running back Corey Taylor -tercer espada del backfield tras T.K. Wilkerson y Deneric Prince-, que maravilló ante la sólida defensa de Tulane contra la carrera con 19 acarreos y 132 yardas. En el juego aéreo, Brin tendrá a su disposición el ya clásico póker de receptores: Keylon Stokes (446 yardas, 2 TDs), Josh Johnson (408 yardas, 5 TDs), JuanCarlos Santana (353 yardas, 3 TDs) y Sam Crawford Jr. (249 yardas, 1 TD).
Zaven Collins es un auténtico titán de 6’4 pies y 260 libras, que posee un movilidad y un rango impresionantes, es muy inteligente y sabe adelantarse perfectamente a los movimientos del quarterback rival, es muy versátil -pudiendo jugar por el exterior y por el interior-, siendo, además, una bestia a la hora de parar la carrera. Acumula 48 placajes, 10’5 tackles for loss, cuatro sacks y cuatro interceptaciones.
Es semifinalista del Butkus Award, ha sido seleccionado tres veces como National Defensive Player of the Week y es, sin duda, uno de los mejores linebackers de la nación. Pero no es el único gran defensa de esa colosal defensa de Tulsa. En este sentido, es justo poner de relieve la magnífica campaña de jugadores como el linebacker Justin Wright (42 tackles, 0’5 sacks, 1 interceptación), el safety Kendarin Ray (46 tackles, 5 pases defendidos) o el liniero defensivo Anthony Goodlow (25 placajes, 3 capturas, 1 pase defendido).
NAVY
Tras el espeluznante inicio de temporada, Coach Niumatololo ha sabido ajustar el equipo, sobre todo, defensivamente. La pasada semana Navy rozó la perfección desde el punto de vista de la defensa, maniatando el ataque de Memphis y minimizando las posibilidades de su quarterback Brady White. “Estoy muy, pero que muy orgulloso de la manera en la que nuestra defensa acometió este partido. Rozó la perfección y nos dio una oportunidad para ganar (…) Nuestra zaga brilló y nos otorgó unas posibilidades que no pudieron ser aprovechadas”, expresó un eufórico Niumatololo en declaraciones al baltimoresun.com.
Pero el gran problema viene del lado ofensivo. Navy solo consiguió 202 yardas, que se materializaron en unos patéticos siete puntos. Tyger Goslin inició el duelo ante Memphis, pero fue reemplazado en el tercer cuarto por el freshman Xavier Arline. A pesar de todo, Navy tuvo opción de empatar el partido, pero el kicker Bijan Nichols falló un lanzamiento de 45 yardas.
Es imposible arrancar una victoria anotando tan nimia puntuación. Pero esto es algo que viene estando presente a lo largo de la temporada. La sombra de Malcolm Perry sigue siendo demasiado alargada. Los Midshipmen solo promedian 117’3 yardas aéreas y 192’9 yardas terrestres por encuentro, lo que los sitúa como el cuadragésimo ataque de la nación. Navy suele ser uno de los mejores ataques terrestres de la FBS y este año está a años luz de esos puestos de privilegio.
A pesar de evidenciar múltiples formaciones con triple option, no están logrando materializarla de la mejor manera posible. Goslin apenas ha aunado 31 yardas de carrera, mientras que Dalen Morris ha funcionado mejor por aire (570 yardas) que por tierra (56 yardas). Quizá la opción más sobresaliente sea darle la oportunidad a Arline o a Chance Warren. Sea cual sea la decisión de Niumatololo, este partido ante Tulsa debe constituir la prueba de fuego del ataque de cara a su enfrentamiento del próximo 12 de diciembre frente a Army.
Desde el punto de vista ofensivo, el jugador midshipmen más resolutivo es, sin duda, el full back Nelson Smith, responsable de 589 yardas y ocho anotaciones. Dentro del versátil cuerpo del ataque de Navy habrá que tener apuntados al full back Jamale Carothers (347 yardas terrestres, 2 anotaciones, 105 yardas, 1 TD) o al polivalente Myles Fells (150 yardas terrestres, 108 yardas aéreas, 1 TD).
La gran baza de los Midshipmen es la defensa. Una zaga que tiene un grave problema y es que encaja 223’1 yardas terrestres por partido, lo que les coloca en el puesto 111º de la nación. Aunque el alta de Diego Fagot (61 placajes, 3 sacks, 2 pases defendidos), seguro que soluciona este desagradable contratiempo. Junto a Fagot, debemos destacar los nombres de los linebackers John Marshall (45 tackles, 3 pases defendidos, 1 interceptación) y Tama Tuitele (44 placajes), así como los defensive backs Kevin Brennan (56 tackles, 5 pases defendidos) y Mitchell West (34 tackles, 1 pase defendido).
COOLEST 3 – WEEK 14
BALL STATE CARDINALS AT CENTRAL MICHIGAN CHIPPEWAS
#WeFly VS. #FireUpChips
05/12/20
20:00 / ESPN-U
KELLY/SHORTS STADIUM, MOUNT PLEASANT (MICHIGAN)
Auténtico partidazo por el segundo puesto de la Mid-American West. Tanto Ball State como Central Michigan apuran sus últimas opciones de asegurar una posición de privilegio y esperar un fallo del líder intratable, Western Michigan. El último encuentro de los Cardinals será, en casa, precisamente ante los Broncos, así que este duelo ante los Chippewas se antoja decisivo y dramático. Central Michigan, a pesar de haber perdido ya ante Western Michigan, tiene una opción de asegurar su presencia en el Championship de la MAC ante Buffalo: ganar sus dos partidos y esperar una derrota del programa de Kalamazoo. Las mesnadas dirigidas por Jim McElwain ya derrotaron a Ball State 45-44 el pasado ejercicio, aunque, en esta ocasión, el momentum es muy favorable para el conjunto de Muncie (Indiana).
BALL STATE
El equipo entrenado por Mike Neu quiere jugarse la división el próximo sábado en el Scheumann Stadium. Para ello, es necesario que se traigan la victoria de Mount Pleasant. Ball State sufrió más de lo debido la pasada semana ante Toledo. Los Cardinals dominaban el marcador por un contundente 24-3, pero los Rockets sacaron el orgullo y remontaron, quedándose a unos escasos 3 puntos cuando restaban apenas tres minutos en el luminoso. Incluso Toledo tuvo una última oportunidad para consumar la remontada, pero cometieron un fumble, concediendo la sufrida victoria de Ball State.
Una de las causas de la brillante campaña de los Cardinals es, sin duda, su excelencia ofensiva. Han promediado 469 yardas por encuentro, anotando casi 32 puntos por partido. La endeblez defensiva de Central Michigan (encaja 414 yardas cada partido) hace que los de Mike Neu sean claros favoritos en este determinante duelo.
El quarterback senior Drew Plitt completa casi el 69% de los pases que intenta, alcanzando 1059 yardas, 6 touchdowns y solo sufriendo 4 interceptaciones. Aunque, sin duda, el aspecto más decisivo de este encuentro es la participación del excelso running back senior Caleb Huntley. Su temporada está siendo sensacional, promediando 5’5 yardas por intento en sus 80 acarreos, y acumulando 437 yardas y 6 anotaciones. La pasada semana se perdió el partido ante Toledo, impidiendo incrementar su récord particular de 7 encuentros consecutivos de más de 100 yardas por partido. El RB Tye Evans suplió bien a Huntley, aunando 101 yardas ante los Rockets. Aunque todo parece indicar que disfrutaremos del sublime Huntley sobre el emparrillado del Kelly/Shorts Stadium.
Por aire, Plitt tendrá un socio con mayúsculas, el receptor senior Justin Hall, que ha cuajado grandes partidos a pesar de sus escasa productividad (379 yardas, 1 TD). Junto a Hall, también contribuirán los receptores Yo’Heinz Tyler (317 yardas, 4 TDs) y Antwan Davis (238 yardas, 1 TD).
En la defensa cardinal sobresalen dos figuras por encima de todo: los linebackers Brandon Martin (49 tackles, 1 pase defendido) y Jaylin Thomas (43 placajes, 1 sack). Además, en una unidad muy compacta, hemos de citar a los safeties Brett Anderson II (28 tackles, 1 pase defendido) y Bryce Cosby (27 placajes, 3 pases defendidos, 1 interceptación).
CENTRAL MICHIGAN
Eastern Michigan dominaba 20-6 en el tercer cuarto y todo parecía indicar que el conjunto entrenado por Jim McElwain iba a sumar su segunda derrota consecutiva. Sin embargo, los Chippewas anotaron 25 puntos consecutivos en el último periodo para terminar cosechando una sufrida victoria por 31-23. Central Michigan se ha consolidado como un conjunto muy anotador, teniendo una unidad ofensiva muy bien engrasada. De hecho, están promediando más de 36 puntos y 454’8 yardas totales por encuentro.
El quarterback titular, el freshman Daniel Richardson (769 yardas, 4 TDs, 2 interceptaciones), sufrió una lesión en la pierna izquierda ante los Eagles y tuvo que salir del encuentro. Su sustituto, el QB junior Ty Brock completó 9 de 15 pases para 62 yardas, siendo más un game manager que un mariscal lanzador -a pesar del marcador en ese momento-. Daniel Richardson está descartado para este partido, así que Brock volverá a asumir el mando de las operaciones. Con Brock, el maravilloso tándem terrestre formado por Kobe Lewis y Lew Nichols II tendrá especial relevancia. Lewis ha promediado 5 yardas por acarreo, acumulando 391 yardas y 6 anotaciones. Por su parte, el freshman Lew Nichols hizo un partidazo ante Eastern Michigan y ya promedia 6 yardas por acarreo, con 337 yardas y 3 TDs.
El dinámico, ágil y polivalente receptor Khalil Pimpleton (138 yardas terrestres, 3 anotaciones, 175 yardas aéreas, 1 TD) será un auténtico dolor para la defensa de Ball State. Además, el receptor Dallas Dixon (263 yardas, 1 TD) será otro hombre a tener muy en cuenta.
La gran debilidad chippewa es su porosa defensa, que está siendo la causa de esta regresión del equipo con respecto al año pasado. El sustantivo mediocridad es el apelativo que mejor condensa las características de esta unidad. El único jugador que está jugando a un nivel decente es el agresivo y rápido linebacker Troy Hairston II (27 tackles, 3 sacks).
#CoollegeNation #BeTheCoolest