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TULANE GREEN WAVE AT #25 TULSA GOLDEN HURRICANE (24-30 – 2 OT)

El genial Paulo Coelho en su inmortal obra El Alquimista afirmaba que “Todo lo que sucede una vez puede que no suceda más. Pero todo lo que sucede dos veces, ciertamente, sucederá una tercera”. Esta máxima del escritor brasileño es una cita que se viene repitiendo desde hace muchos siglos atrás. El hecho de que la mejor explicación del presente reside en el pasado fue un argumento ya utilizado por el escritor, filósofo y economista tunecino Ibn Jaldún, quien -allá por el siglo XIV- hablaba de la repetición cíclica de ciertas aspectos como el auge y caída de las civilizaciones. Del mismo modo, el abogado y filósofo italiano Giambattista Vico incidía en la importancia de lo cíclico en su obra de 1725 Ciencia Nueva. 

La noche del pasado jueves, en Tulsa (Oklahoma), volvió a acaecer otra nueva remontada. Ya ocurrió frente a UCF Knights y se volvió a reiterar en la jornada 11 ante SMU Mustangs, otro de los “gallos” de la Conferencia Americana. En esta ocasión, la víctima propiciatoria fue una Tulane, que venía en el -quizá- momento más dulce de su temporada, con una defensa sólida y especializada en provocar turnovers, un backfield potente y machacón, así como un joven quarterback freshman, Michael Pratt, que ofrecía una evolución enorme en su juego. 

Como diría el filósofo brasileño, lo que ocurrió dos veces es muy probable que acontezca una tercera vez… y el Golden Hurricane lo sabía. No importó que Zach Smith -su mariscal de campo- se lesionase, que ocupara su puesto un mediocre Seth Boomer. O que este fuera sustituido por el tercer QB del roster, Davis Brin, y que el propio Brin tuviera que lanzar un espectacular hail mary con el tiempo cumplido. Tulsa conocía perfectamente que iba a ganar ese partido. Zaven Collins era muy consciente de que estaba destinado a volver a ser el héroe del equipo. Supo leer y anticiparse a lo que pasaba por la mente de Michael Pratt, lo interceptó y se recorrió el campo -como un huracán devastador- para certificar la quinta victoria consecutiva del programa futbolístico entrenado por Philip Montgomery. 

El partido arrancaba en el Chapman Stadium con el guión preestablecido y las defensas se imponían a los ataques en los primeros compases del encuentro. Ni Michael Pratt (76 yardas, 2 TDs, 1 interceptación) ni Zach Smith (17 yardas aéreas, -11 yardas terrestres) podían mover las cadenas y el juego terrestre se chocaba contra la firmeza de las trincheras de uno y otro equipo. 

El excelso Patrick Johnson, los linebackers Nick Anderson y Dorian Williams, así como el safety Larry Brooks fueron los jugadores defensivos de Tulane que brillaron con luz propia en este partido. Por su parte, el safety Kendarin Ray, el defensive line Anthony Goodlow y el linebacker Justin Wright eran las puntas de lanza más amenazadoras de la portentosa zaga de Tulsa. Mención aparte -como si de un ser de otro planeta se tratase- merece el espectacular Zaven Collins, que deslumbró al mundo del ovoide con un partido simplemente eterno: 23 placajes -8 solo-, 1 tackle for loss, 1 interceptación retornada para touchdown en el segundo overtime. 

En estos primeros compases se sucedían las jugadas cortas, el predominio de las defensas, los despejes constantes y los continuos fallos de uno y otro equipo, pues los Green Wave fallaban dos field goals (28 yardas, 54 yardas) y el Golden Hurricane otro (46 yardas). Con empate a cero en el luminosos y con un despropósito ofensivo se llegaba al final del primer cuarto. 

Tras el fallo del segundo field goal por parte de Merek Glover, el pánico se instalaba en Tulsa, ya que Zach Smith -que había sido capturado minutos antes por Nick Anderson- se retiraba al vestuario con una lesión que le impediría retornar al emparrillado. Se veía forzado a entrar en escena el quarterback suplente, Seth Boomer (60 yardas, 1 interceptación). Los nervios atenazaban al joven jugador, lanzando pases imposibles, y el juego de carrera, protagonizado por Deneric Prince y T.K. Wilkerson, no tenía su mejor noche. Michael Pratt no le iba a la zaga y sus intentos se estrellaban una y otra vez contra la zaga golden cane. 

A 7 minutos del final del segundo cuarto, Tulsa, por fin, pudo establecer un juego dominante, en el que un nuevo invitado hacía su estreno, el running back Corey Taylor II (132 yardas). Además, Boomer pudo completar sus primeros pases y el Golden Hurricane se plantó en la yarda 16 de Tulane. Más de seis minutos de drive y los de Montgomery parecía que iban a anotar. Pero, tal y como ya apuntó el maravilloso Coelho, lo que sucede varias veces volverá a ocurrir, así que un nuevo turnover -algo habitual en las primeras mitades de Tulsa- hacía su irrupción. El junior Boomer era interceptado por Larry Brooks y, de esta manera, morían las ilusiones del Golden Hurricane de anotar sus primeros puntos. Con el cero a cero inicial se llegaba al descanso. 

En la reanudación parecía que Tulsa continuaba su progresión ofensiva, merced al juego de carrera y a un espectacular JuanCarlos Santana (138 yardas, 1 TD), que hacía buenos los dudosos pases de Boomer. Sin embargo, en la yarda 33 de los de la Ola, Deneric Prince era forzado por Macon Clark, y el propio Clark recuperaba el ovoide.

Las siguientes secuencias ofensivas de ambos conjuntos fueron simétricas: sendos 3 y fuera. Siete minutos del tercer cuarto y los ataques no podían con las defensas. Michael Pratt iniciaba un nuevo drive, que se basaba en acarreos terrestres de Cameron Carroll (46 yardas) y Stephon Huderson (106 yardas, 1 anotación), junto a un pase de 18 yardas del propio Pratt. Tras dos últimas carreras de Huderson, Tulane anotaba sus primeros puntos y dominaba 7-0. 

Montgomery ya no confiaba en Boomer, y el siguiente drive del Golden Hurricane se basó en el juego por tierra, con carreras de Taylor. En 4ª&1, en la propia yarda 29 de Tulsa, el entrenador golden cane se la jugó, pero Wilkerson no pudo hacer bueno ese acarreo. Los Green Wave recuperaban el ovoide en una zona propicia para volver a anotar. Michael Pratt no desaprovechaba la oportunidad y lanzaba un gran pase de 27 yardas, que Will Wallace atrapaba en la end zone. 14-0 para los de Nueva Orleans y Tulsa parecía herida de muerte. 

Tras un nuevo pase incompleto de Boomer, la paciencia de Montgomery llegaba a su fin, sustituyéndolo por el quarterback sophomore Davis Brin (266 yardas, 2 TDs, 11 yardas terrestres, 1 anotación). Brin suponía un soplo de aire fresco para el Golden Hurricane, completando tres pases seguidos, pero Malik Rodgers, tras atrapar un pase de 29 yardas de Brin, sufría un fumble, que era recuperado por Larry Brooks. 

Con la irrupción de Brin, la defensa tenía claro que había una posibilidad de remontada. Zaven Collins y sus compañeros forzaban el punt. Brin tenía una nueva oportunidad para meter a Tulsa de lleno en el encuentro. Brin supuso no solo una esperanza, sino que demostró lo bien que puede mover las cadenas en el programa de Oklahoma. Quizá Zach Smith tenga los días contados como mariscal de campo golden cane. En esta secuencia de 10 jugadas y 84 yardas, Brin se echó el equipo a la espalda, aunando pases y acarreos propios. Sufrió un sack de Jeffery Johnson y Eric Hicks Jr,, pero -lejos de amilanarse- esto le hizo crecerse aún más. El broche a tan espectacular secuencia lo puso el propio Brin con una carrera de 18 yardas para touchdown.

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Estampida de Zaven hacia la victoria – tulsahurricane.com

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La defensa de Tulsa continuaba el nivel excelso de todo el partido y volvía a parar rápidamente el ataque de los de la Ola. Nueva oportunidad para Davis Brin, que continuaba haciendo magia. El joven QB sophomore recibía un nuevo sack, pero la figura de Brin se hacía más grande. A pesar de recibir un face mask de Cornelius Dyson, era capaz de completar un pase de 23 yardas para Josh Johnson (95 yardas, 1 TD). Otro gran acarreo de 9 yardas de Brin ponía en disposición a Tulsa de poner las tablas en el marcador. Aspecto que se conseguía, gracias a un majestuoso pase de 19 yardas para TD. La conexión Brin-Johnson volvía a aparecer. 

Pero las huestes de Willie Fritz no habían dicho su última palabra. Amare Jones hacía un retorno de kick off sencillamente espectacular, recorría 71 yardas y dejaba el ovoide en la yarda 28 de Tulsa. Michael Pratt y Stephon Huderson maduraban la jugada con varios acarreos, y el TD llegaba merced a un excelente pase de 19 yardas de Pratt a Tyrick James. Los Green Wave parecía que se iban a llevar el encuentro. Tulsa podía morir en la orilla cuando a punto estaba de tocar tierra. 

1 minuto y 38 segundos restaba en el marcador, Tulane dominaba 21-14 y Davis Brin tenía que recorrer todo el campo. El joven sophomore se encontraba ante el drive más importante de su inminente carrera. ¿Nervios? Ninguno. Pase completo de 11 yardas a Johnson, nuevo pase milimétrico de 13 yardas a Sam Crawford Jr., otro pase más, de 12 yardas para JuanCarlos Santana y nuevo lanzamiento completo para Johnson. 6 segundos en el luminoso y Brin estaba en la yarda 37 de Tulane. Tocaba obrar un milagro. Vuelvo a repetirlo. ¿Nervios? Para nada. Brin lanzaba un hail mary de 37 yardas y… JuanCarlos Santana hacía una recepción maravillosa. Tras la anotación del extra point, el partido se iba a la prórroga. 

En el primer overtime, ambos kickers -Zack Long y Merek Glover- hacían buenos sus lanzamientos. Tocaba tirar de épica en la segunda prórroga. Y, allí, ese cíclope, ese titán llamado a hacernos disfrutar cada domingo en el circo profesional, se convertía en leyenda: leía magistralmente el movimiento corporal de Pratt, se adelantaba a su pensamiento, lo interceptaba y asfaltaba el emparrillado del Chapman Stadium con una galopada de 96 yardas para TD, propia de un velocista olímpico. Zaven Collins, sí, Zaven Collins se mostraba al mundo y se erigía -con todo el derecho del mundo- como uno de los mejores prospectos de cara al NFL Draft de la próxima primavera. 

Tulane descansará esta semana, intentará reponerse de las heridas y tratará de cerrar la temporada de la mejor manera posible ante Memphis. Por su parte, Brin y Collins tienen una nueva cita  -el próximo sábado- en un partido conferencial ante unos Houston Cougars, que -seguramente- venderán muy cara su derrota. 

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Lo Más Cool – LUISMA

GEORGIA SOUTHERN EAGLES AT ARMY BLACK KNIGHTS (27-28)

La jornada pasada vivimos un partidazo en el Michie Stadium, en West Point (NY), en la academia militar del ejército de tierra americano. Georgia Southern visitaba a Army con un 6-2 en su cómputo, ganando sus tres últimos partidos disputados, frente a South Alabama, Troy y Texas Staterespectivamente, y habiendo perdido solamente frente a los favoritos de la conferencia, Louisiana Rajin Cajuns y Coastal Carolina. Llegaba al encuentro en una muy buena situación para hacer frente a su rival, una Army que también iba 6-2 en su cómputo general, pero que venía de una derrota clara frente a los de la Ola Verde de Tulane, 38-12.

El partido comenzaba recordándonos en la retransmisión que el HC de Army, Jeff Monken, fue el entrenador de Georgia Southern entre la 2010-2013, precediendo a su puesto actual, lo que indica qué tipo de partido vamos a ver, dominantemente terrestre y usando mucha triple option, quedando el QB como el tercer corredor y marginando el juego aéreo. Futbol a la vieja usanza.

El partido comienza con drives sin apenas daño, hasta que aparece en escena el DE de los Eagles Raymond Johnson III, que con un sack y un fumble forzado casi en la end zone rival hace que el balón sea recuperado por su equipo en la yarda 1, cosa que es aprovechada inmediatamente después por el ataque, anotando el primer TD del partido, obra del QB Shai Werts con una carrera.

Era momento de atacar de nuevo por parte de los locales, pero justo en el primer snap, un mal entendido entre el QB Tyhier Tyler y el FB Buchanan, hace que vuelvan a cometer fumble, que es recuperado de nuevo por la defensa rival, y esta vez retornado hasta TD. 14-0 en un visto y no visto, mérito de la defensa de Georgia Southern. Volvían a atacar los Black Knights.

En esta ocasión, el ataque de Army logra avanzar, y hace su primer drive sostenido, a base de carreras y bloqueos logran ir avanzando poco a poco hasta llegar a la zona de anotación. Destacamos dos carreras del QB Tyhier Tyler de 15 y 17 yardas, junto con una alternancia de carreras de sus compañeros. Army llega a la zona de anotación, y es el RB especialista en anotar TDs, Sandon McCoy quien se encarga de hacerlo. Los Black Knights consiguen acortar distancias, 14-7.

En el siguiente drive, Georgia Southern parece avanzar sin dificultad. La defensa de Army no consigue parar a los Eagles. Aparece en escena el RB Wesley Kennedy III con varias carreras decisivas, sobre todo una de ellas de 24 yardas, siendo el drive rematado con dos sorpresivos pases, que acaban en el TD del TE Cam Brown. De nuevo los Eagles toman distancias, 21-7. Marcador con el que se llega al descanso, no sin antes, fallar a pocas yardas un FG los de Georgia que les hubiera distanciado todavía más, precedido de una big play de carrera, en la que el RB freshman Gerald Green recorre 46 yardas. Además, se produce otro turnover por parte de Army, justo cuando estaban a tan solo 10 yardas para anotar, al QB Tyhier Tyler le provocan de nuevo otro fumble que es recuperado por Georgia Southern, desbaratando las opciones de anotar de los Black Knights y marchándonos al descanso.

Hay que destacar ese juego basado en fantásticos bloqueos de los compañeros, jugadas de carrera imaginativas, donde se trata de confundir al rival, escondiendo el balón y camuflarlo para conseguir engañar a la defensa, incluso a veces a la cámara y a los propios televidentes. Un estilo de juego antagónico, y muy recomendado de ver.

La segunda parte comienza de manera fulgurante, Army anota un TD en el primer drive. Todo comienza con un gran retorno de Tyrell Robinson, que los deja en mitad de campo. En este momento, es cuando el QB Tyhier Tyler se echa el equipo a las espaldas y hace un magistral drive gracias a varias carreras decisivas, convirtiendo varios terceros downs que los dejaban a tan solo 12 yardas de anotar y que culmina la faena el RB Brahean Murphi, acortando de nuevo distancias 21-14. Durante el drive, y como anécdota, el RB retornador Tyrell Robinson es penalizado por conducta antideportiva, llevándose además un buen rapapolvo de su HC, que no consiente esas actitudes antidisciplinadas, y que tanto se inculca en esos valores militares.

En el siguiente drive, Georgia Southern no consigue avanzar por culpa, en gran medida, de la defensa de Army, sobre todo del S Marquel Broughton con una magnífica lectura y reacción que consigue frenar la carrera del QB Werts, y de un sack del OLB Andre Carter II. Carter provoca un fumble que logran recuperar de nuevo los de Georgia, aunque solo sirve para despejar el balón en el siguiente snap, pero justo en el despeje, los equipos especiales de Army, de nuevo sacan petróleo: consiguen bloquear el despeje dejándoles a tan solo 2 yardas de anotar. Magnífico trabajo de los equipos especiales de Army. Esas 2 yardas son recorridas por el RB Sadon McCoy, que anota su segundo TD del día, igualando el partido a 21.

Parecía que la tendencia del partido en esta segunda parte iba a hacer cambiar el resultado, decantándose hacia el otro contendiente, pero Georgia no lo iba a permitir. En el siguiente drive, y pillando por sorpresa a la defensa local, los visitantes logran anotar otro TD. El RB Wesley Kennedy III consigue avanzar 34 yardas en dos carreras, y remata la jugada el propio QB Werts, que en esta ocasión sorprende con un gran pase de 39 yardas a su compañero el RB Logan Wright. 

Es en este momento cuando ocurre el punto de inflexión del partido, los visitantes fallan el punto extra debido, de nuevo, al magnífico trabajo de los equipos especiales, que consiguen bloquearlo, dejándoles ganando 27-21. Esta acción, hacer venirse arriba a los Black Knights, haciendo seguidamente un drive magistral, en el que consiguen anotar el TD definitivo. Un drive en el que van avanzando muy poco a poco, con carreras de poco yardaje y repartiendo los snaps entre todo el cuerpo de corredores, siendo un martillo pilón. Un drive ganador con el que puede desmoralizar a cualquier defensa, consumiendo mucho reloj (casi 11 minutos) y rematándolo con TD. En esta ocasión, el autor es el FB Jakobi Buchanan, siendo el más destacado del drive, ya que además de anotar consigue convertir varios terceros downs. Le dan la vuelta al marcador 27-28

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West Point Rules – actionnetwork.com

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Les tocaba el turno a los visitantes, era el momento decisivo, solo apto para valientes ya que quedaba poco tiempo. Pero el ataque de los Eagles es parado gracias a la defensa de Army, que consiguen pararles en el centro del campo en un intento de transformar un 4ª y 1. El partido parecía acabado, pero un drive de Army nefasto, con un 3 y fuera sin apenas consumir reloj por los tiempos muertos de Georgia Southern y gracias a una gran acción del LB Reinard Ellis, hacía tener una última oportunidad para puntuar a los visitantes, con un FG les valía para ganar. 

Es entonces, cuando faltando 2 minutos para finalizar el encuentro, el QB Tomlin (que sustituía al lesionado Werts) se anima a pasar y es interceptado en el peor momento. De nuevo, el OLB Andre Carter II hace una gran acción defensiva, en esta ocasión una interceptación definitiva.

Aunque iba a tocar sufrir hasta el final, de nuevo un drive 3 y fuera con un ataque nervioso, daba la oportunidad detener el balón a Georgia Southern 39 segundos, segundos interminables para los locales, con una revisión en una recepción que les hacía avanzar hasta casi FG range pero que se quedaban sin tiempo en el reloj en una jugada final un tanto polémica, ya que los Eagles tratan de hacer un spike para parar el reloj, pero parece ser que no entra dentro del tiempo. Un segundo que podría haber decantado el partido a su favor. El partido se acababa 28-27 para los de casa, un encuentro muy emocionante y abierto hasta el final. 

Por parte de Army, en ataque, destacamos al QB Tyler (con 121 yardas de carrera) que, aunque cometió 3 fumbles, sí que hizo importantes carreras para su equipo, además podemos destacar al FB Buchanan (53 yardas y 1TD), que también consigue carreras importantes decisivas. En defensa sobresalen la pareja de S Broughton y Cunningham, y el OLB Andre Carter II.

Mientras que en Georgia Southern en ataque, hacemos mención al QB Werts, con 7 pases consigue 2 TD aéreos, además de un TD terrestre; y al RB Wesley Kennedy III. En la parte defensiva, destacamos a los LBs Reinard Ellis y Rashad Byrd.

En la próxima jornada Georgia Southern se enfrenta a Georgia State, en esa rivalidad regional; mientras que Army esperará hasta diciembre para enfrentarse en ese duelo a tres bandas entre los tres ejércitos de la nación, Navy, Air Force y ellos.

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Lo Más Cool – HUGO

SAN DIEGO STATE AZTECS AT NEVADA WOLFPACK (21-26)

“Siempre dejo que el prójimo se destruya del modo que mejor le parezca”. Esta frase escrita por Robert Louis Stevenson en su afamada novela “El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde” podría haberla pronunciado perfectamente Jay Norvell ante los medios de comunicación después de la victoria de su equipo en el MacKay Stadium frente a los aguerridos Aztecs. No sabemos si en el descanso del encuentro los Aztecs tomaron alguna pócima misteriosa, como hace en el clásico literario el Dr. Jekyll, pero el “cambio de personalidad” que experimentaron en la segunda mitad del partido, cambiando radicalmente el planteamiento que tan buen resultado les había dado en la primera mitad, se asemeja misteriosamente al narrado en la novela del británico por el reputado Doctor y fue una de las claves que impidió la victoria de los Aztecs frente al conjunto local.

El sorprendente conjunto de Nevada, por su parte, aspiraba a mantenerse invicto en este inicio de campeonato en la Mountain West y con una demostración de poderío aéreo y fortaleza defensiva  en la segunda mitad del partido lograron una sufrida victoria en el último suspiro frente al aguerrido conjunto de Brady Hoke para mantenerse invictos y rememorar los tiempos del díscolo Colin Kaepernick durante su estancia en Reno.

Ambos conjuntos saltaron al césped del estadio con la intención de sorprender a su rival. Nevada iniciaba las hostilidades y lo hacía con una “Formación en I”, intentando una carrera de Toa Taua (52 yardas). Intentaron mover el balón en esa primera secuencia ofensiva  pero la defensa de los Aztecas, que promediaba hasta la fecha una imponente media de 12’8 puntos encajados por partido se hizo notar y quiso dejar su impronta desde las fases iniciales. Tariq Thompson, safety de San Diego State, iba a aparecer desde el inicio y con una buena cobertura cubriendo a Cole Tuner impedía que Nevada moviera las cadenas. Tres y fuera y primer ataque infructuoso de los Hombres de Norvell.

San Diego State también buscaba despistar a su rival desde el inicio del partido. Y ciertamente lo consiguieron desde el primer snap. Lucas Johnson (184 yardas, 1 touchdown) jugaba su primer partido como titular como quarterback de los Aztecs e iba a cambiar durante la primera mitad la “personalidad” de San Diego State, sorprendiendo al conjunto local. Los Aztecs empezaron, contrariamente a lo que viene siendo habitual, consagrados al juego aéreo. Johnson comenzó el drive con pases para Mathews, Elijah Kothe y BJ Busbee, aunque la secuencia ofensiva iba a terminar con una jugada desafortunada que marcaría el desarrollo del encuentro. 

En un intento de pase lateral de Johnson a Greg Bell, peligroso corredor de los Aztecs, el balón se escapa de las manos del número 34 cometiendo un fumble, que es recuperado por el jugador de Nevada Kameron Toomer. Para colmo de males, Bell se lesiona el tobillo en la desafortunada jugada y tendría que perderse gran parte de la primera mitad del partido. Este hecho creemos que propició la inusitada propensión al juego aéreo que exhibieron los visitantes.

El balón volvía a manos de los locales. La “Formación en I” del primer drive había sido un espejismo. Carson Strong (288 yardas, 2 touchdowns, 1 interceptación) comenzó a conectar con sus objetivos aéreos, Lockhart, Devonte Lee, Stovall y el espectacular Romeo Doubs, acercándose hasta la yarda catorce de San Diego State. Intentó Strong obtener los 6 puntos mediante un pase hacia uno de sus objetivos de confianza, el tight end Cole Turner (50 yardas, 1 touchdown), pero el pase fue defendido por Trenton Thompson y los locales tuvieron que conformarse con adelantarse (3-0), gracias a una patada de Brandon Talton de 31 yardas. Esos tres puntos eran los primeros permitidos por la defensa de los Aztecs en el primer cuarto esta temporada.

La versión aérea de los Aztecs comandados por Johnson iba a responder inmediatamente. En un veloz drive de apenas un minuto iban a avanzar 75 yardas para adelantarse en el marcador. Lucas Johnson mandaba un gran pase de 35 yardas que atrapaba magistralmente Jesse Mathews y en la siguiente jugada el quarterback en una jugada RPO iba a avanzar 35 yardas terrestres para penetrar en la end zone y poner por delante al conjunto visitante (7-3).

Nevada iba a toparse con la defensa de los Aztecs en la siguiente secuencia. Destacaron especialmente Tariq Thompson, que aparecía por todos los lados del campo, y Darren Hall (11 tackles). Un false start de Gardner, left tackle true freshman de Nevada, imposibilitó la conversión de un tercer down y los locales tuvieron que conformarse únicamente con sumar tres puntos (7-6).

San Diego State iba a continuar con su majestuoso cambio de imagen en el primer cuarto e iba a poner tierra de por medio en el siguiente drive. Chance Bell comenzaba el drive con una buena carrera por fuera de los tackles, pero Johnson iba a seguir empeñado en demostrar su potencial como pasador. Encontró con buenos pases a Elijah Kohte y Jesse Mathews para completar, al inicio del segundo periodo, el trabajo gracias a un pase a la esquina de la end zone para Kobe Smith que ponía en ventaja clara de 14-6 al sorprendente conjunto de los Aztecs. A estas alturas del partido los Aztecs ya habían superado el número de pases completos obtenidos en la jornada anterior durante todo el encuentro frente a los Guerreros del Arcoíris de Hawaii. 

Nevada volvía a tropezar con la misma piedra. Penalizaciones previas al snap y la figura de Tariq Thompson impedían que el avance del Wolfpack fuera fluido. Strong buscaba incesantemente a Turner en las situaciones de tercer down y ni siquiera las jugadas de engaño (Nevada jugó una wildcat con Taua intentando un pase profundo) pudieron doblegar a los visitantes. Nueva patada de tres puntos para poner el 14-9 en el marcador .

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San Diego State en plena transformación – sandiegouniontribune.com

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No sacarían nada positivo los Aztecs en el siguiente drive y eso iba a posibilitar el vendaval del juego aéreo de Nevada. Strong conectaría con un enorme pase de 59 con su arma más letal, el receptor Romeo Doubs (133 yardas, 1 touchdown) para dejar a su equipo en la red zone. Después de casi regalar el balón a los Aztecs y de varios intentos infructuosos de anotar por medio del juego terrestre. Strong iba a buscar al jugador en el que confía en los momentos delicados y por medio de un pase a la esquina de la end zone para Cole Turner recortaba distancias en el marcador (14-16). 

A San Diego State le quedaba una bala -sería la última del encuentro- en la recámara. Gregg Bell se reincorporaba al partido después de la desafortunada jugada inicial, el conjunto de Hoke regresaba a sus orígenes y mediante un gran drive con jugadas de mérito del corredor visitante, posibilitadas por la gran labor de su línea ofensiva, volvían a adelantarse en el marcador. Una carrera de Bell de dos yardas después de un gran bloqueo del center serviría para colocar el 21-16 en el luminoso del estadio con el que ambos conjuntos se marcharían a vestuarios.

No sabemos que pasó en ese vestuario de los Aztecs, qué circunstancias pueden explicar la transformación que observamos en San Diego State en la segunda mitad. Los visitantes regresaron al juego terrestre que les caracteriza, pero demostraron una inoperancia e ineficacia que lastró la fantástica imagen que habían ofrecido en la primera mitad. Quizá este cambio de personalidad, siguiendo con el símil literario de la obra de Stevenson, pueda deberse a que Johnson presentó molestias físicas y tuvo que abandonar el césped en alguna secuencia ofensiva de los Aztecs, aunque sin duda también hay que reseñar que la defensa de los locales incrementó su nivel de manera significativa para mantener la imbatibilidad del conjunto de Norvell. Conviene destacar especialmente al defensive tackle  Dom Peterson ( 4 tackles , 2 sacks, 3 tackles for loss) que martirizó a la línea ofensiva de los Aztecs y a Lawson Hall (9 tackles).

Los visitantes acumularon cinco tres y fuera consecutivos en dicha segunda mitad. No lograban mover las cadenas y esto iba a aprovecharlo la pareja de moda en Nevada (Carson Strong – Romeo Doubs) para darle la vuelta al marcador. El drive de 7 jugadas y 70 yardas comenzaría con un pase de Strong a Turner, se extendería gracias a una conversión de un cuarto down mediante una carrera de Taua de una yarda en una formación wildcat y fructificaría gracias a otra bomba de 50 yardas disparada por Strong para Doubs, que culminaría en la end zone y supondría la  primera ventaja de Nevada en el marcador 21-23.

Los Aztecs seguían desaparecidos y los de Norvell aprovecharían para distanciarse en el marcador, merced a una nueva patada de 3 puntos (21-26) de Brandon Talton.

El destino es caprichoso y a pesar de la horrible segunda parte de San Diego State, los visitantes pudieron asestar un duro golpe al conjunto local en los últimos instantes de partido. A poco menos de 4 minutos para la finalización del encuentro, un envío de Strong es interceptado por Darren Hall que deja el balón en la yarda 29. Parecieron despertar de su letargo los Aztecas, y mediante carreras de Johnson y de Bell se plantaron a minuto y medio del final en la yarda 5 del Wolfpack. 

Sin embargo apareció aquí nuevamente la versión Mr. Hyde de San Diego State. Johnson no puedo conectar en dos ocasiones con Mathews y Bell perdió una yarda de carrera al ser parado magistralmente por la defensa de Nevada. Quedaba una oportunidad, cuarta y goal y 29 segundos de tiempo. El balón se puso en movimiento, Lucas Johnson salía hacia su lado derecho e intentaba un pase impreciso a Kobe Smith que se perdía por fuera del lateral del campo. El Wolfpack resistían y se mantenían invictos como serios candidatos a coronarse como campeones de la Mountain West, gracias a la espectacular dupla Strong-Doubs. Por su parte, los Azctes mostraban una bipolaridad que corroboraba el escrito de Stevenson, pues en una segunda parte para el olvido se “destruyeron del modo que mejor les pareció” y se olvidan del sueño de pelear por el título de conferencia.

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