Las cocinas en Idaho dan para mucho, y para muestra, relataremos, tras una breve introducción lo que aconteció en una de ellas. 

David Benedict siempre lo tuvo claro. Jim Lawrence Mora era su hombre para revitalizar un programa desgastado por varios factores. UConn, cuyo deporte universitario primario es el baloncesto, tiene muchas más secciones deportivas, pero están a años luz del baloncesto. Entre ellas, el football. Es más, durante el segundo stint de Randy Edsall, algunas voces hablaban de cancelar un programa tan longevo como disgustos otorgaba. Al final, tras dos derrotas en 2021, Edsall fue cesado con efecto inmediato y sustituido por su coordinador defensivo, Lou Spanos, campeón de dos anillos de la Super Bowl como miembro del staff de los Pittsburgh Steelers. 

Lo que mal empieza, mal acaba reza el dicho y con Lou Spanos fuera, David Benedict no estaba dispuesto a que la sección de los Huskies de Football fuera un enfermo terminal. 

Jim Mora, que por entonces era asistente de la ofensiva y eso le permitía teletrabajar, se encontraba en su casa de Idaho cuando David se presentó en ella. 

Lou Spanos sabía que no tenía crédito, y que con tan solo una victoria en su haber, la permanencia como HC sería prácticamente imposible. Y mientras Spanos sabía que no continuaba, David Benedict tenía un plan. Ese plan tenía un nombre, Jim L. Mora. 

 

La negociación fue más sencilla de lo que cabe esperar. Como se supo posteriormente, la conversación tuvo estos derroteros:

– ¿Me estás ofreciendo un trabajo? – Jim Mora preguntó
– Bueno, si 

– Vale, lo cojo. 

 

Las cocinas de Idaho dan para mucho… / houzz.com

 

Después de esto, todo fue coser y cantar, cenaron, rieron y al día siguiente tanto David como Jim, acompañados por la prometida de éste, pusieron rumbo a South Carolina, donde se encontraría con la plantilla, la cual disputaría un partido intrascendente ante Clemson.

 

El descanso de cuatro años que se tomó Jim Mora tras su despido de los Bruins le debió sentar de maravilla. Entre eso, y la zona en la que vivía, repleta de lugares de pesca, de resorts y de parajes que disfrutar, le llenó de energía. Y esa energía la iba a volcar en uno de los más grandes desafíos a nivel colegial actual. Coger unos Huskies (no confundir con los Washington Huskies) completamente desahuciados y volver a llevarlos por la senda correcta. Sabía que las posibilidades académicas que ofrece la universidad de Connecticut son uno de los mayores atractivos que tiene para ofrecer, así que con esa baza, amén de otras tantas, se fue al transfer portal y al recruiting. 

 

La energía de Jim L. Mora ha dado sus frutos. Decían que no sería capaz de levantar un programa moribundo. Se decía incluso que volvería a su vida contemplativa en Idaho. Pero lo que ha conseguido Jim Mora, es algo increíble. No solo le ha dado nuevos bríos a UConn, sino que los ha convertido en un equipo elegible para una Bowl, lo cual ya sobrepasa realmente lo meritorio. Y todo, gracias a la confianza. La confianza que se le dio desde arriba y la confianza en hacer los movimientos que a la postre le han valido para llevar a día de hoy un 6-5 en su balance de victorias y derrotas.

 

Para romper la dinámica negativa que se estableció durante el segundo periodo de Randy Edsall en el programa, Mora rompió todas las previsiones. Trayendo gente desde el transfer portal y a través del recruiting, quedó claro que ninguna previsión que se realizase, sería la correcta. A esto hay que sumarle que por azares del destino los titulares iban entrando en la enfermería y algunos no salían para toda la temporada ya, en principio. Ta’Quan Robinson, el qb llegado a través del transfer portal procedente de Penn State se suponía que sería quien llevara la manija ofensiva del equipo, y que Cale Millen, llegado desde los Lumberjacks de Northern Arizona (anteriormente estuvo en Oregon ducks), le disputaría el puesto. 

Debido a la lesión en el opening ante Utah State, su plan cambió por completo. Zion Turner. Calen Millen apenas jugaría. Esta fue su apuesta. ¿Sorprendente? Sin duda. Y la cosa, no quedó ahí. Tras la baja de Will Knight, el cual se marchaba al transfer portal en busca de nuevas oportunidades, el juego de carrera quedó sobre los hombros de Victor Rosa, otro muchacho tres estrellas procedente del recruiting. ¿Sorpresa? Pues ya no tanta viendo como el entrenador iba viendo como las lesiones iban diezmando sus filas. Bien es cierto que cuando superó Devontae Houston sus problemas, compartió protagonismo con Victor y fue uno de los factores decisivos de cara a lo que ha acontecido al final. Hay que mencionar a Brian Brewton y Nate Carter, que han ido lidiando con problemas, al igual que Devontae.

 

Jim Mora, a pesar de las bajas, siempre tiene a sus huestes preparadas / theday.com

 

También las bajas de Cam Ross, Keelan Marion y de Nigel Fitzgerald fueron lidiadas al “Mora way”. Aunque estos dos últimos ya han tenido sus snaps esta temporada.

Tuvo que inventar nuevas posiciones para jugadores… como por ejemplo Camryn Edwards, que paso de CB a RB, o Lee Molette, que pasó de jugar en secundaria como su compañero Edwards, a jugar de receptor, como en high school.

 

Mora también ha tenido fe en Lou Spanos para que continúe como coordinador defensivo y otorgandole la mayor de las confianzas, porque sabía que podía hacer bien su trabajo. La mejora en defensa ha sido contundente. Con veteranos como Eric Watts, Javonte Mitchell o Durante Jones, Spanos tenía las cosas más fáciles, y con la confianza otorgada por Mora, se sentía liberado de mucha de la responsabilidad que había tenido, puesto que ahora podía organizar lo que realmente le gustaba, la defensa. Por cierto, a la defensiva también le ha tocado sufrir la plaga de lesiones, aunque en menor medida. Matt Hoffman o Kaleb Anthony son dos jugadores que lo ejemplifican, además de Ian Swenson que ha estado limitado algunas veces por su espalda.

 

Por cierto, también merecen mención los equipos especiales. Una lesión de Joe McFadden, que hasta entonces era el chico para todo, puesto que era el kicker y el punter, puso punto y final a la temporada. Entonces, Doug Shearer tuvo que tomar una decisión y lo tuvo fácil, puesto que la solución estaba en casa. Tanto Noe Ruelas como George Caratan serían el kicker y el punter respectivamente. Llegó vía transfer portal para dar solidez Tommy Zozus, de FIU. Y la verdad es que el cuerpo de equipos especiales ha respondido dando un salto de calidad. 

 

Estadísticamente y en términos de football, Uconn era de los peores equipos del país. Los números y sus derrotas así lo atestiguaban. Y parecía que volvería a ser una temporada igual… pero no lo fue. Tras haber empezado con una única victoria ante Central Connecticut State en cinco partidos, ante Fresno State todo cambió. Tras marchar 14-6 perdiendo, el equipo se recompuso. Devontae Houston emergió como líder, bien secundado por Victor Rosa y Zion Turner. 19-14 como resultado final. Apoyados en una buena defensa y en un buen juego de carrera, los Huskies creyeron. Y siguieron creyendo. 

 

Victor Rosa, flanqueado por sus compañeros / Uconnhuskies.com

 

Hasta tal punto, que a partir de esa victoria, solo perdieron un partido. Ese partido fue ante Ball State, donde la actuación superlativa de Carson Steele y una segunda parte colosal del equipo dirigido por Mike Neu hizo posible la remontada. De 21-10 a 21-25 para júbilo de los espectadores que acudieron al Scheumann Stadium de Muncie. 

 

Pero los Huskies han seguido creciendo durante la temporada, y a pesar de haber caído en West Point ante los Black Knights, han acabado con un parcial de 6-6. No olvidemos que también son equipo elegible para una bowl, lo cual era harto improbable a comienzo de temporada. Y si al final obtienen ese partido que con todo merecimiento se ganaron los Huskies, pueden acabar en positivo, algo que no ocurría desde 2015, con Bob Diaco al mando. 

 

Cuando Jim Mora recogió el testigo de Connecticut ni los más optimistas del lugar apostaban por una temporada de las magnitudes que están teniendo los Huskies y mucho menos las dificultades que iba a tener al marcharse algún jugador o lesionarse otros. Quizás aún, a día de hoy, la gente se sigue pellizcando a ver si es un sueño todo lo que está pasando en Storrs. Lo que está claro, es que las miradas están puestas en este equipo de cara a la temporada que viene, esperando que no sean un one year wonder.

Veremos a ver lo que pasará y estaremos atentos al equipo de Jim Mora, que se ha convertido en una de las agradables sorpresas del college esta temporada. A veces, las más deliciosas decisiones, se toman en una cocina de Idaho.

 

Antón Gallo – @ElchicodelDAI

@CoollegeNation 

#BeTheCoolest