Estamos en un mundo de apariencias, en el que solo valen los prototipos establecidos por la sociedad actual, en el que si opinas o te sientes diferente eres discriminado, y en donde cada uno piensa en sí mismo y no en los demás. En dicho mundo, se cometen numerosas injusticias todos los días a todas horas, pero en el que habría que resaltar muchos valores que se están perdiendo y que deberíamos recuperar por el bien de todos.

En esta época en la que se habla de Draft NFL, de scouts, de analistas de jugadores de college, y de valoraciones técnicas, físicas y medidas de jugadores universitarios que quieren triunfar en la NFL, se están perdiendo muchos valores éticos, muchos valores que se desprecian y que pasan desapercibidos por la inmensa mayoría. ¿La gente puede llegar a pensar la cantidad de chavales recién salidos de la universidad que tienen expectativas de llegar a ser un simple jugador de NFL? La respuesta es muchísimos, son chavales que salen ilusionados en llegar a la liga profesional más importante del mundo, en la que solo unos pocos privilegiados lo hacen, y el resto (la gran mayoría, el 99% restante) tomarán otros caminos en su vida.

Nos detendremos en este periodo para valorar el gran esfuerzo de los chavales por hacerse notar, por captar la atención de unos pocos observadores que toman las decisiones de los poderosos equipos NFL. Es cierto que una minoría de esos chavales tienen unas características físicas y unas medidas idóneas para triunfar en el Football, son auténticos portentos, pero también hay otros que no cumplen todos los requisitos establecidos, pero que en realidad serían válidos, y es ahí donde la gran mayoría lucha por entrar, por ganarse la oportunidad de demostrar que lo pueden conseguir.

En ese mundo se pueden encontrar gente de bien que les ayudará a conseguirlo, pero sobre todo gente que se mueve por intereses, que se aprovechan de ellos para intentar beneficiarse de alguna manera, contándoles “milongas” de todo tipo.

En ese mundillo se ven cosas injustas y que se escapan al sentido común. Muchos jugadores pierden la oportunidad de demostrar que valen por malas decisiones personales o por culpa de unos pocos observadores, personas que dictaminan quién entra y quién no, y ahí esta la clave de todo.

 

 

NADA FUE SENCILLO

Ya que venimos a hablar de College Football, en este artículo se va a comentar una de esas injusticias que se dan a lo largo de las vidas. Este año, hay un caso interesante del que se está hablando, es el caso del ILB de Wisconsin Badgers, Chris Orr, es hijo de un ex-jugador de futbol americano, Terry Orr (jugó en la prestigiosa universidad de Texas y en los Washington Redskins de NFL, donde ganó dos superbowls).

Es un chico que desde su etapa de instituto ya le costó ganarse el interés de las universidades más destacadas (la FBS), estudió y jugó en el instituto de su pueblo, en DeSoto (Texas), y allí despuntó en el football, emulando a su hermano mayor Zach Orr, quien llegó a ser LB titular con Baltimore Ravens (2014-2016) y que tuvo que dejar el football por lesión, ahora forma parte del staff de Ravens.

 

Chris Orr, en época de instituto / dallasnews.com

 

Los scouts de las universidades importantes ya vaticinaban que el bueno de Chris Orr, por muy bien que hiciera las cosas en la escuela secundaria, tendría muy difícil la posibilidad de ser reclutado por una universidad top, debido a su pequeño tamaño para ser ILB, una posición en la que las medidas prototípicas de altura y peso son mayores a lo que él medía. Tras un tiempo de espera, y en el que sigue entrenando y estudiando para conseguir la beca de estudios/deportiva soñada que le permita ir a la universidad, le llegan varias ofertas interesantes, aunque ninguna de una universidad top, entre ellas Kansas, North Texas, Arkansas Wisconsin.

Al final Chris se decantó por esta última, Wisconsin Badgers. Universidad que no puede competir con las universidades más poderosas a la hora de reclutar los mejores jugadores de la nación procedentes de los institutos, pero que es conocida por desarrollar sus jugadores de manera excepcional, por formarlos de tal manera que pasen de un nivel medio de calidad a que puedan ser drafteados  en la NFL. Allí son bien recibidos todos los jugadores de ese tipo, y Chris Orr era uno de ellos, no cumplía con las medidas prototipo de la NFL y de las universidades top, pero tenía otras características que le podrían ayudar a lograr alcanzar ese sueño.

Su primer año en la universidad fue bueno para ser un Freshman, pero justo al comienzo de la segunda temporada frente a la todopoderosa LSU de Leonard Fournette, se lesiona de gravedad: ACL y fin a la temporada de forma dramática, y quizás a la carrera profesional. Pero Chris Orr no se rindió, siguió con ese espíritu de lucha, con ese afán de superación, no quería abandonar su sueño de llegar a vestirse de profesional, y con ese objetivo final ha ido jugando hasta llegar a su última temporada. Ya como Senior, la 2019 ha sido su mejor temporada.

Se caracteriza por ser un LB especialista en parar la carrera y entrar al blitz, lee perfectamente los huecos dejados por la línea ofensiva rival, y se mete decidido y con determinación a por el QB o RB rival. Este año ha conseguido hacer 78 placajes, 14 de ellos para pérdida de yardas rival, 11’5 sacks, 2 fumbles forzados, 1 recuperado y 5 pases defendidos. Además, ha sido, junto con su compañero Zack Baun, uno de los líderes defensivos de los Badgers, un auténtico líder que arengaba a los suyos en cada partido y que les transmitía ese carácter que él tiene.

 

Una pesadilla para los QBs contrarios / madison.com

 

 

LA HUMILDAD POR BANDERA

Todo parecía ir genial de cara al draft de la NFL, pero de repente y sin imaginárselo nadie, le vino otro mazazo psicológico: la NFL decide no invitarle para participar en la Combine. Esta prueba supone una fecha clave para muchos jugadores, ya que ante todos los scouts de los equipos NFL pueden mostrar sus capacidades físicas y psíquicas a través de unas pruebas, mediciones y entrevistas privadas, el que supera satisfactoriamente esas pruebas sube mucho su stock de cara a formar parte de ese elenco de elegidos.

Orr no estaba invitado pese a su gran temporada, otros muchos jugadores han hecho peor temporada y han sido invitados, no hay excusas por parte de los organizadores de la Combine, muchos seguidores del futbol universitario no le encuentran lógica alguna, se ha cometido una injusticia. Parece ser que Orr no entra dentro del prototipo ideal para competir en NFL, eso es lo que Chris lleva oyendo desde su etapa de instituto, pero qué menos que darle su oportunidad de demostrar que están confundidos, ya que muchos otros jugadores han triunfado en la NFL con medidas fuera de la media prototípica, muchos han conseguido acallar aquellos que les dicen que no valen, ¿por qué no con Chris?, por lo menos se ha ganado el estar en estos eventos.

El siguiente paso ha sido el Pro Day, donde se realizan las mismas pruebas que en la combine, pero ya en sus respectivas universidades, y aquí sí que estaba Chris, delante de los scouts asistentes. Realizó todas las pruebas pertinentes junto a otros compañeros que se presentan al Draft, y hay que decir que ha conseguido unos grandísimos resultados, la gran mayoría dentro del top10 de los resultados de los LBs que sí asistieron a la Combine, lo que indica que puede ser muy válido para jugar en NFL. Otra cuestión que se venía diciendo es que era un poco lento, y con un tiempo de 4’64 en la prueba de las 40 yardas, demuestra que no es tan lento como la gente decía.

 

Esperamos que algún equipo NFL se arriesgue y le dé la oportunidad que se merece, y así llegar a conseguir formar parte de un equipo profesional, el sueño que lleva buscando desde niño, el sueño en el que se ven una inmensa mayoría de chavales desde que son niños y empiezan a jugar a este deporte.

Chris Orr le preguntaron en una entrevista qué personas tiene como referencia en el futbol americano, y contestó que sus mayores referentes eran su padre, sus hermanos, y compañeros de equipo como Dakota Dixon, el gran Chris Borland (ex ILB de San Francisco 49ers), y su hasta ahora inseparable Zack Baun (también compañero de habitación). Chris Orr no es una persona normal, ¿Cómo puede tener de referentes a su padre, a su hermano mayor o a compañeros de universidad? ¿Cómo puede tener de referentes a personas cercanas a él que no han sido grandes personalidades en el populacho?

Pues sí, puede parecer increíble, Orr es una persona sencilla, una persona humilde que se fija en los esfuerzos de los que le rodean. Habría que reflexionar sobre esos valores que en esta sociedad moderna se están perdiendo, donde se valoran más otras cosas que en realidad no nos tendrían que importar tanto, aparentar cosas que no eres pero que hay que hacerlas para que no te ignoren o menosprecien.

 

 

UN AUTÉNTICO REFERENTE

La historia de superación de Chris Orr es un ejemplo más de tantos. Desgraciadamente, esto le suele ocurrir a la gran mayoría de chavales que juegan al football en sus universidades, unos pocos portentos llegan sobrados a ser profesionales, otros muchos se esfuerzan para llegar a serlo, y la inmensa mayoría saben que no llegarán y deciden optar por otros caminos en la vida, eso sí, con una carrera universitaria financiada gracias a su beca deportiva, y que le da otra salida profesional muy importante. No está nada mal. Deseamos lo mejor al bueno de Orr, y ojalá se cumpla su sueño de llegar a ser profesional en la NFL, y si no lo consigue, la vida sigue con nuevos sueños a cumplir.

 

Chris Orr, esperando su oportunidad para entrar a la NFL / ganggreennation.com

 

Con este artículo queremos ensalzar esos valores que nos enseñan chicos y chicas como Chris Orr, nos dan lecciones de superación, de esfuerzo por conseguir metas, de la lucha día a día para llegar a cumplir sueños, de la humildad y sencillez con los que hay que andar por la vida, valores que nos muestran en innumerables películas (como The Blind Side y Friday Night Lights) y series (como Friday Night Lights, versionando la película), muy recomendables si estás interesado en conocer los entresijos de este periodo decisivo en las vidas de muchos jugadores universitarios.

 

@LuisMa_80