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Mississippi Valley State-Alcorn State, 7 de noviembre de 1984. Mississippi Veterans Memorial Stadium, Jackson (Mississippi). (Foto: clarionledger.com)
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Como decía el melancólico y mortecino filósofo griego presocrático, Heráclito de Éfeso: “Los buscadores de oro, cavan mucho y hallan poco”.
Tan magna expresión, cobra sentido cuando hablamos de los scouters u ojeadores de football, que siguen la trayectoria de jugadores en las diferentes etapas de sus trayectorias deportivas: High School, College, etc… Siendo el mayor reto posible para cualquier scouter de NFL, sin duda alguna, el conseguir él, y no otros, ese “diamond in the rough” o diamante en bruto de muchos kilates; esa pepita de oro de buen peso, que brille por sí misma, que deslumbre y destaque en cualquier lugar o condición, y cuyo valor sea altísimo, comparado con el resto de piedras, más o menos preciosas.
Es por ello, que año tras año, tropas de scouters de NFL, cavan y cavan, buscando su diamond in the rough, tanto en grandes programas colegiales, como en otros más modestos, también en los pequeños, y como no, en los programas donde saben que por mucho que caven y caven, poco hallarán, tal y como sentenciaba el gran Heráclito de Éfeso.
Sin embargo, y a pesar de lo dicho, algunos de los scouters más diestros y avezados, han encontrado algunas de las mejores joyas de la historia del football, en un muy pequeño y, a priori, exiguo programa de football: Mississippi Valley State.
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Logo de Mississippi Valley State Delta Devils. (Foto: witv.com)
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Mississippi Valley State es una Universidad sita en Leflore County (Mississippi), con una población aproximada de 28.183 habitantes, que si bien fue fundada en 1950 por la Asamblea Legislativa de Mississippi bajo el nombre de “Mississippi Vocational College”, su creación obtuvo la aprobación y firma legislativa el 5 de abril de 1946 por el cuadragésimo octavo Gobernador de Mississippi, Thomas Lowry Bailey, demócrata, que ayudó a crear infraestructuras, principalmente carreteras, y también se volcó en ayudar a los agricultores de Mississippi a vender sus productos. A nivel universitario, hay que destacar la fundación de una importante Facultad de medicina en la Universidad de Mississippi (Ole Miss).
Pero, aparte de todo lo dicho, también destacó por fundar Mississippi Valley State, una universidad de educación para afroamericanos, no pudiendo asistir a su apertura, en 1950, dado que falleció de un derrame cerebral en 1946, así que el discurso de apertura lo dio su sucesor, el teniente gobernador Fielding Lewis Wright, también demócrata.
La Asamblea legislativa de Mississippi ya había advertido de que la segregación de la educación pública podía ser contraria a las normas constitucionales, lo cual fue ratificado por la Corte Suprema de Estados Unidos en 1954, en el denominado caso: “Brown contra el Sistema de Educación”. Es por ello, que decidió crearse una universidad que resultara atrayente y ofreciera educación de calidad para los estudiantes afroamericanos, que no podían acceder a las universidades exclusivas para alumnos blancos: Universidad de Mississippi (Ole Miss), Mississippi State, y la Universidad de Southern Mississippi.
Como mencionaba antes, la denominación original de la Universidad incluía la palabra “vocational”, de modo totalmente intencionado, dejando claro que la implicación entre los estudiantes y la universidad era completa, lo cual podría facilitar el conseguir a los estudiantes afroamericanos poder hacerse con un puesto de trabajo en el mercado laboral.
En 1964, la Universidad fue renombrada, y pasó a denominarse: Mississippi Valley State College. Ese mismo año, entró en vigor el Acta de Derechos Humanos que, prohibió la discriminación por razones de raza, color, religión, sexo, origen y posteriormente, orientación sexual e identidad de género. Fue precisamente, la aplicación del Acta de Derechos Humanos lo que provocó que aparecieran multitud de Colleges e instituciones educativas para estudiantes afroamericanos, denominadas HBCSU: Historically Black Colleges and Universities.
A nivel deportivo, el programa de football de Mississippi Valley State, perteneciente a la Conferencia SWAC (Southwestern Athletic Conference) de la FCS (antigua División I-AA) ha sido una de esas recónditas canteras donde los “scouters” buscadores de gemas escondidas y diamantes en bruto, han encontrado alguna que otra piedra preciosa de altísimo valor.
Edificio Central de Mississippi Valley Statte (Foto: hbcuconnect.com)
Concretamente, desde desde su fundación hasta la actualidad, han sido 20 los jugadores elegidos en el Draft de la NFL procedentes de este College, siendo los siguientes:
- Draft de 1961. Deacon Jones, DE. Ronda 14. Pick 186. Los Ángeles Rams.
- Draft de 1967. Fred Freeman, DT. Ronda 9. Pick 213. New York Giants.
- Draft de 1968. Dave McDaniels, WR. Ronda 2. Pick 45. Dallas Cowboys.
- Draft de 1968. Sam Moore, OT. Ronda 9. Pick 235. Chicago Bears.
- Draft de 1969.Jeff Stanciel, RB. Ronda 10. Pick 237. Atlanta Falcons.
- Draft de 1970. Harry Key, TE. Ronda 17. Pick 417. Pittsburgh Steelers.
- Draft de 1972. Ted Washington, LB. Ronda 17. Pick 439. Kansas City Chiefs.
- Draft de 1973. Nate Dorsey, DE. Ronda 7. Pick 180. Pittsburgh Steelers.
- Draft de 1975. Robert Gaddis, WR. Ronda 13. Pick 337. Pittsburgh Steelers.
- Draft de 1976. Parnell Dickinson, QB. Ronda 7. Pick 183. Tampa Bay Buccaneers.
- Draft de 1976. Ricky Feacher, WR. Ronda 10. Pick 270. New England Patriots.
- Draft de 1976. Melvin Morgan, DB. Ronda 11. Pick 314. Cincinnati Bengals.
- Draft de 1976. Herman Harris, DB. Ronda 12. Pick 337. San Diego Chargers.
- Draft de 1985. Jerry Rice, WR. Ronda 1. Pick 16. San Francisco 49ers.
- Draft de 1986. Carl Byrum, RB. Ronda 5. Pick 111. Buffalo Bills.
- Draft de 1986. Joe Thomas, WR. Ronda 9. Pick 244. Denver Broncos.
- Draft de 1988. Vincent Brown, LB. Ronda 2. Pick 43. New England Patriots.
- Draft de 1988. Danta Whitaker, TE. Ronda 7. Pick 186. New York Giants.
- Draft de 1992. Ashley Ambrose, DB. Ronda 2. Pick 29. Indianapolis Colts.
- Draft de 1992. Ronald Humprey, RB. Ronda 8. Pick 212. Indianapolis Colts. (Fuente: Wikipedia)
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Si bien han sido una veintena de jugadores de Mississippi Valley State los escogidos en el Draft por diferentes equipos, no todos ellos han tenido una trayectoria brillante, ni estelar en la NFL. Ese derecho queda reservado para dos excelsos jugadores de Mississippi Valley State, que obtuvieron en la NFL la categoría de mito y leyenda, no ya solamente en College, sino en la NFL. Estamos hablando, como no podía ser de otro modo, de: “Deacon” Jones y Jerry Rice.
Todo ello, teniendo en cuenta, por supuesto, a otro grandísimo jugador, que si bien a nivel profesional no fue escogido vía Draft, ni tampoco jugó en la NFL, dejó en la universidad de Mississippi Valley State un legado que perdurará para siempre: Willie Totten.
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EL SATÉLITE”
Así es cómo apodaron a William Totten en Mississippi Valley State: Willy “Satellite” Totten. El jugador, nacido en 1962 en el Condado de Leflore, Mississippi, en una fecha tan señalada y especial en Estados Unidos, como es la del 4 de julio, comenzó a destacar como jugador de football en el “J.Z.George High School”, sito en el número 900 de la calle George Street, en North Carrollton, Mississippi, donde jugó durante cuatro años como QB. Su excepcional e innato talento, no pasaron desapercibidos para los scouters de Mississippi Valley State, y especialmente para su mítico, peculiar y genial Head Coach: Archie “Gunslinger” Cooley, que dirigió a los Delta Devils de 1980 a 1986, quien encontró sus “diamonds in the rough”, tanto en William Totten, que jugó de QB titular desde 1981 hasta 1985, como en el mejor WR de la historia del Football: Jerry Rice, quien se convirtió en el objetivo preferido de Totten. Juntos, destrozaron a las defensas de la Conferencia SWAC (Southwestern Athletic Conference). Juntos, ganaron a Kentucky State 86-0, a Washburn 77-0, y juntos, levantaron el primer trofeo del recien inaugurado: “Circle City Classic”, un partido que, desde entonces, se juega en el Estadio de los Indianapolis Colts, y que aquel año enfrentó a Mississippi Valley State contra Grambling State, en el cual los Delta Devils se impusieron 48-36.
El estilo totalmente ofensivo de Archie “Gunslinger” Cooley favoreció totalmente el juego de Totten, jugando normalmente con cinco WRs. En ocasiones, las formaciones eran realmente peculiares, llegando a situar a cuatro WRs en fila, junto a la línea de banda, y a Jerry Rice solo, en el lado opuesto del campo, siendo habitual que el 88 (Rice) fuera el objetivo principal de Totten.
Willie Totten y Jerry Rice, tándem conocido como “The Satellite Express” durante un partido en el Estadio que posteriormente llevaría el nombre de ambos (Foto: torchsportswear.com)
Sin entrar de modo pormenorizado en las estadísticas y números de Totten, podemos decir que batió numerosos records de pase en Mississippi Valley State, como las 699 yardas de pase anotadas contra Kentucky State, o las 603 contra Portland State. Sin embargo, y en contra de lo que pudiera parecer, Totten no fue elegido en el Draft. Ni siquiera fue elegido UDFA, por lo que emigró a Canadá, para jugar en los BC Lions de Vancouver (1986), y en los Toronto Argonauts (1987). Ese mismo año, fue fichado como QB backup de los Buffalo Bills durante la huelga de jugadores de NFL, siendo muy corta su estancia en Nueva York.
Encontramos cierta similitud entre el caso de Willie Totten y Warren Moon. Ambos QBs, tras triunfar en College, manifestaron públicamente que no fueron escogidos vía Draft por su condición de afroamericanos, tal y como plasmó el brillante columnista Roscoe Nance, en un artículo-entrevista, en el cual Totten manifestaba que esperaba haber sido escogido en las tres primeras rondas del Draft, por lo que, el no haber sido elegido ni siquiera UDFA fue una grandísima decepción para él. Sin embargo, Willie Totten, junto a Jerry Rice, cambió la historia de Mississippi Valley State para siempre, llegando a disputar el 7 de noviembre de 1984, la final de la Conferencia SWAC contra Alcorn State, en el Estadio “Mississippi Veterans Memorial Stadium”, ante 64.308 espectadores en el Estadio, y siendo retransmitido para toda la nación. Aunque los Braves derrotaron a los Delta Devils por 42-28, el partido fue un auténtico espectáculo ofensivo, que no pasó inadvertido para nadie.
Estadio Rice-Totten, bautizado así en honor al magnífico tándem de los ’80 (Foto: flickriver.com)
Todo esto, añadido a los records que batieron tanto Totten como Rice en la División I-AA, provocó, por una parte, que Totten entrara a formar parte del Salón de la Fama del College Football, y que por otro lado, se bautizara al remodelado Estadio de los Delta Devils con el nombre de: “Rice-Totten Stadium”, posteriormente renombrado en 2005 como: “Charles “Chuck” Prophet Field”, en honor del ex-Director Atlético y ex-Director de Información Deportiva de Mississippi Delta State. Asimismo, el tándem formado por Willie Totten y Jerry Rice fue llamado “The Satellite Express”. Podríamos hablar muchísimo más sobre Willie Tottem, pero en CoollegeNation debemos dar paso a otros “diamonds in the rough” como son: Deacon Jones y Jerry Rice. Willie Totten es uno de los pocos Coaches de College que ha disputado un partido como Coach, en un Estadio de College que lleva su propio nombre.
Willie Totten y Jerry Rice, exhibiendo los números quee lucieron en Missisippi Valley State Delta Devils (foto: Pinterest.com)
“EL SECRETARIO DE LA DEFENSA”
Podrían escribirse libros enteros sobre uno de los mejores jugadores defensivos de la historia de la NFL, “El Secretario de la Defensa”, David D. “Deacon” Jones. El hombre que cambió el juego conocido hasta entonces, y que elevó la posición de Defensive End a otro nivel y categoría, dada su habilidad innata y su conocimiento del juego, caracterizándose por ser un jugador que tenía un único pensamiento en mente, cuando se encontraba en el terreno de juego: Hacer un sack al QB.
“Deacon Jones realizando un sack en la NFL (Foto: si.com)
Este Defensive End nació en Eatonville, Florida, el 9 de diciembre de 1938, bajo el nombre de David D. Jones.
Asistió al “Robert Hungerford Preparatory High School”, un pequeño High School, sito en Eatonville, Florida, a seis escasas millas de Orlando, que fue el lugar de nacimiento de la prolífica escritora y antropóloga, Zora Neale Hurston, defensora a ultranza y firme defensora de los derechos civiles. “Robert Hungerford Preparatory High School” nació fruto de la segregación racial; por ende, sólo estudiaban en el mismo alumnos afroamericanos.
Hoy en día es un edificio en ruinas, dado que en 2010 cesó en su actividad. Allí fue donde David Jones demostró ser un atleta excepcional, practicando y destacando en diferentes disciplinas como: béisbol, baloncesto y football. Sin embargo, tuvo que lidiar con un túmor en el muslo. Tras una delicada operación quirúrgica, David Jones se recuperó de manera satisfactoria, volviendo a los entrenamientos con más fuerza, aún si cabe.
Ya en High School, decidió que estaba llamado, no a ser lo que la sociedad dictaba, ateniéndose a los estándares y estereotipos que se aplicaban a las personas afroamericanas, y que, precisamente el football, era una vía donde poder desahogar la furia que le causaba ver los acontecimientos que sucedían a diario a su alrededor. En una ocasión, fue testigo de una agresión por parte de jóvenes blancos que agredieron a una mujer afromericana, que fallleció varios días más tarde. Rodeado de ese tipo de actos, David Jones, a través de los medios a su alcance, se propuso, contribuir a tratar de cambiar las cosas.
Llegó el año 1956, David Jones se graduó en “Robert Hungerford Preparatory High School”. Tras hacerlo, tan solo tuvo encima de la mesa, una oferta para jugar en College, proveniente de South Carolina State University, una universidad destinada exclusivamente a alumnos afroamericanos. Nada nuevo bajo el sol para todas las personas afroamericanas nacidas en Eatonville, dado que era toda una quimera para todas ellas el poder recibir algún tipo de oferta de Universidades que no estuvieran dirigidas de modo exclusivo a los afroamericanos.
Ya en su primer año de College, en 1957, el joven defensor David Jones hizo girar cabezas. Su descomunal talento no pasó desapercibido para nadie. Si bien Jones no poseía un físico de liniero defensivo “al uso” (1,96 y 123 kilos), era alto y fuerte, y se situaba en el extremo de la línea defensiva, abordando al QB rival con enorme explosividad, dinamismo y rapidez, de modo directo y contundente, .
Debemos tener en cuenta que los sacks no fueron contabilizados oficialmente hasta 1982.
Un año más tarde, en 1958, ocurrió algo que marcó el futuro de David Jones para siempre: Su creciente activismo a favor de los Derechos Civiles, le llevó a participar en cada vez mayor número de actividades de protesta a favor de los derechos de todas las personas afroamericanas. Su postura comprometió a South Carolina State University, hasta tal punto que le retiraron la beca escolar tras haber participado en una protesta pública, por lo que David Jones se vio obligado a abandonar la universidad, y tuvo que pasar un año entero en blanco (1959), sin jugar, retirado del equipo.
Fue entonces cuando uno de esos buscadores de diamantes en bruto, un antiguo Coach de South Carolina State University, que pertenecía al staff técnico de Mississippi Valley State -que por aquel entonces, dicha Institución se denominaba: Mississippi Vocational College-, encontró su diamante en bruto, su pepita de oro de gran peso, y decidió reclutar, tanto a David Jones, como a otro grupo de jugadores de South Carolina State, para que Jones finalizara su carrera en Mississippi Vocational College, como era conocida en aquella época.
Una frase que resume parte de la filosofía de juego de David “Deacon” Jones” (Foto: azquotes.com)
Y entonces se hizo la luz. 1959 fue un año brillante para David Jones. Tan sólo el anuncio de su llegada, provocó que muchos scouters de la NFL se acercaran a ver a aquel Defensive End que se había hecho famoso a nivel nacional por ser la mayor pesadilla de los QBs rivales. Pero a pesar de ser brillante, fue un año realmente duro, tanto para él, como para el resto de sus compañeros, no fue nada fácil, sobre todo en los encuentros a domicilio, que requerían desplazamiento y pernoctar fuera de casa, debiendo dormir en la mayoría de ocasiones en catres de campaña, puesto que no eran aceptados en la mayoría de los Moteles a los que acudían, dado que no alquilaban habitaciones a personas afroamericanas.
A esto hay que añadir las dudas relativas al activismo de Jones y el hecho de que le revocaran la beca de South Carolina State, lo que provocó que bajara muchísimo su stock de cara al Draft de 1961. Tal es así, que fue escogido por Los Ángeles Rams en la ronda 14, con el pick 186. Y es mérito total y absoluto de los scouters del equipo angelino, el saber ver este diamante en bruto, y anotar su nombre en el Draftboard, dado que, curiosamente, los scouters de Los Ángeles Rams no acudieron a Mississippi Vocational College en busca de un Defensive End, sino a ojear a los Running Backs elegibles de esa universidad. Y fue entonces cuando se fijaron en Jones, y cómo derribaba Running Backs, cuales muñecos de cartón-piedra.
Pero el hecho de que Los Ángeles Rams le escogieran en la ronda 14, con el pick 186, no resultó óbice ni obstáculo alguno para que David Jones comenzara a destacar en defensa, ya desde su año rookie, haciendo lo que mejor sabía hacer: Llegar al QB y conseguir un buen número de sacks para su equipo. Destacó por la variedad de maniobras evasivas por fuera de la línea de scrimmage y su facilidad para alcanzar y derribar al QB. Tanto, que ya el primer año se hizo con la titularidad en los Rams.
Allí permaneció desde 1961 hasta 1971. Y aunque antes hemos comentado que no hubo estadísticas oficiales respecto al número de sacks, en 1967, Jones realizó 26 sacks “no oficiales” en una única temporada, batiendo así el récord de mayor número de sacks en la historia de la NFL, con un cómputo total (también “no oficial”) en toda su carrera en la NFL, de 173 sacks.
Había nacido una estrella. Y como buen astro idolatrado que era, le resultó vulgar y nimio llamarse David Jones, principalmente, porque en la guía telefónica local había infinidad de personas con ese mismo nombre, motivo por el cual decidió ponerse él mismo su propio sobrenombre, y hacerse llamar: David “Deacon” Jones, debido a su sentimiento religioso, motivo por el cual, eligió llamarse: “Deacon” (Diácono, sacerdote, clérigo). Sobrenombre que posteriormente inspiraría el título de la canción: “Deacon Blues”, del grupo Steely Dan, compuesta en 1977, porque, tal y como aseguran Walter Becker y Donald Fagen, les gustaba especialmente el nombre bisilábico de tan magnífico jugador; nombre cuya sonoridad encandiló a los miembros de la banda.
Dado que en Coollege Nation nos gusta todo lo relacionado con el College Football, no profundizaremos demasiado en la prolífica y extraordinaria carrera de “Deacon” Jones. Pero resulta de obligado cumplimiento señalar algunos de los logros más importantes del que fuera conocido públicamente como “El Secretario de la Defensa”, mote que le pusieron por ser, en aquella época, la mayor autoridad de todas las defensas de la NFL. Con posterioridad a Los Ángeles Rams, “Deacon” Jones jugó en los San Diego Chargers, entre los años 1972 y 1973, consiguiendo, en tan sólo un año, liderar la línea defensiva de los bolts en número de tackles, obteniendo un puesto en el equipo AFC de la Pro Bowl, fuera aparte de ostentar el honor de ser nombrado capitán de los San Diego Chargers, en un su primer y único año con el equipo de la bellísima ciudad de San Diego. También jugó en los Washington Redskins, desde 1974 hasta 1975, y siempre tuvo fama de ser un defensa implacable con los QBs, pero muy “limpio” en sus placajes, tanto, que no realizó jamás, ninguno por debajo de la rodilla. “Deacon” Jones siempre aseveraba que su objetivo era derribar a los QBs, no lesionarlos. Hecho que siempre le honró y fue reconocido por todos los QBs a los que tuvo que enfrentarse a lo largo de su dilatada carrera en el football.
Cuando hablamos de “Deacon” Jones, hablamos del único miembro del Salón de la Fama, inducido en 1982, que previamente había sido elegido en la ronda 14. A lo largo de toda la historia de la NFL, han sido siete los jugadores que han sido inducidos al Salón de la Fama, elegidos con posterioridad a la ronda 14, pero nadie, excepto él fue elegido en dicha ronda.
Deacon Jones en el Salón de la Fama. Clase de 1980. (Foto: deaconiones.com)
No solamente el ser un miembro del Salón de la Fama, el elevadísimo número de sacks, el ser 8 veces Pro Bowler, 5 veces miembro del Primer Equipo All-Pro, tres veces miembro del segundo equipo, 2 años elegido Mejor Jugador Defensivo del Año, que Los Ángeles Rams retiraran su número, el 75, y otros muchos logros a nivel individual, hicieron que “el Secretario de la Defensa” sea considerado uno de los mejores jugadores defensivos de toda la historia de la NFL, junto a un exclusivo grupo de grandísimos jugadores defensivos, como son: El EXCEPCIONAL Y ÚNICO Lawrence Taylor (mejor jugador defensivo de la Historia de la NFL), “El Ministro de la Defensa”: Reggie White, “Mean” Joe Green, o Dick Butkus; sino que, además de todo esto, “Deacon” Jones, exhibió durante toda su carrera una dureza inigualable: De 196 partidos posibles en temporada regular, jugó 191. Tan sólo faltó a 5 partidos, signo más que evidente de la resistencia mental y física de David “Deacon” Jones.
Además de todo esto, “Deacon Jones” jugó en Los Angeles Rams junto a Rosey Grier, Lamar Lundy y Merlin Olsen, que fueron conocidos como “The Fearsome Foursome” (“el cuarteto temible”), siendo por ello, y en aquella época, una de las defensas más temidas en la NFL.
“Deacon” Jones finalizó su carrera, como no podía ser de otro modo tratándose de él, lanzando un Extra Point en el último partido de su grandísima y dilatada carrera deportiva. Pidió hacerlo al Head Coach de su último equipo, los Washington Redskins (así se llamaban por aquel entonces), y este accedió. “Deacon Jones” lo transformó, y así, el DE pudo presumir de haber anotado en su carrera un punto en un Extra Point.
“Deacon” Jones ensayando el Extra Point que posteriormente anotó en el partido de su despedida (Foto: profootballhof.com)
El Gran Diácono nos dejó un 3 de junio de 2013, tras haber batallado con un cáncer de pulmón, y haber sufrido un ataque al corazón. Falleció en su último hogar: Anaheim Hills, California, el Estado donde permaneció la práctica totalidad de su carrera profesional como jugador de football. Pero nos dejó un importante legado, tanto en forma de recuerdos de un gran jugador, cantante, actor, etc… dado que fue un hombre siempre atrevido y polifacético, como de algunas de sus célebres frases, entre las que tenemos que destacar la siguiente: “Soy el mejor Defensive End que veo a mi alrededor. ¡Odiaría tener que jugar contra mi!”; asimismo, creó, junto con su mujer, Elizabeth, en 1997, la “Fundación Deacon Jones”, con el fin de poder ayudar y prestar apoyo a la gente joven, sin recursos, de las comunidades en las que vivieron, ofreciendo a aquellos jóvenes estudiantes inteligentes o talentosos, las herramientas oportunas para poder convertirse en líderes y servir así de influencia a otras personas.
JERRY “WORLD” RICE
El 13 de octubre de 1962, nació en Starkville (Misssissippi), el mito, la leyenda viviente: Jerry “World” Rice.
El mejor Wide Receiver de todos los tiempos.
Jerry Rice, Hall of Famer. Clase 2010. (Foto: raiders.com)
Sí. Es cierto que a lo largo de la historia ha habido receptores estelares, que completan la lista de los mejores Wide Receivers de la historia de la NFL: “El antílope de Alabama” Don Hutson, Randy Moss, Calvin Johnson, Terrell Owens, Larry Fitzgerald, Steve Largent, Lance Alworth, Chris Carter, etc… Y aún así, nos dejamos muchos en el tintero.
Pero sobre lo que no hay debate es en lo relativo a que “el hijo del albañil”: Jerry “World” Rice, es considerado por todos los expertos en football, por unanimidad y sin duda alguna, no sólo el mejor receptor de la historia del football, tanto en College como en NFL, sino uno de los 4 mejores jugadores de la historia del football, junto a: Tom Brady, Lawrence Taylor y Jim Brown.
Aunque antes de proseguir, debemos matizar que en este artículo se hablará de Jerry Rice, desde su nacimiento hasta su retirada del football, pero sin profundizar en exceso en su trayectoria en la NFL, de la cual esbozaremos algunos de sus aspectos, como jugador y como persona.
Autóctono de Starkville (Mississippi), Jerry Rice se crió en Crawford, un pueblecito de 652 habitantes, del mismo Estado sureño (según censo de 2021), junto a sus padres: Nathan y Eddie B. Rice, y sus siete hermanos/as.
Hijo de un albañil, desde muy pequeño ayudaba a su padre, cuando tenía gran carga de trabajo, con los ladrillos y el mortero. Sin saberlo, en ese momento, se estaba gestando un mito, una leyenda, uno de los mejores jugadores de toda la historia de la NFL: “El hijo del albañil”, Jerry Rice.
A veces, en la vida, hechos que pueden parecer irrelevantes, pueden llevarte a caminos totalmente impensables. Ese fue el caso de Jerry Rice. Sus largas jornadas laborales desde pequeño con ladrillos más grandes que su mano, hicieron que Jerry Rice desarrollara una peculiar actividad: Tratar de capturar en el aire ladrillos, al principio con dos manos, y a medida que iba creciendo, incluso con un mano, para llevárselos a la carrera a su padre, antes de que se secara el mortero. Esta actividad, desarrollada por Jerry casi todos los días, hizo que tuviera unas manos fuertes, grandes reflejos, y unos dedos con la habilidad de sujetar los ladrillos, cuales garras de águila atrapando su presa.
Pero no todo era trabajo. También reconoce que practicaba mucho deporte con sus hermanos, por el simple hecho de pasárselo bien, sin ánimo competitivo, y siempre con una sonrisa en la boca, marca de la casa.
Tal y como reconoció años más tarde, esa cultura del esfuerzo, de saber que dejar caer un sólo ladrillo al suelo nunca era una opción, puesto que ese ladrillo podía costar el plato de comida, que a diario, podía poner su familia encima de la mesa, resultó fundamental para forjar una personalidad basada en el esfuerzo continuo, la perseverancia, y el máximo cuidado a los pequeños detalles.
Jerry Rice, fue un joven como otro cualquiera de su edad y clase social: Pasaba demasiado tiempo en la calle, y solía ser bastante travieso. A Jerry no le gustaba estudiar, pero su padre no quiso que se limitara únicamente a aprender el oficio de albañil, sino que deseaba que estudiara para formarse en otra especialidad. Así que ingresó en el “B. L. Moor High School”, sito en Oktoc. (Mississippi), donde, enseguida se dieron cuenta de que era un joven con grandes cualidades atléticas, proponiéndole ya en su primer año, formar parte de equipo de football de “B. L. Moor High School”. Pero, como años más tarde manifestaría Jerry Rice al periódico “Los Ángeles Times”: Nunca tuvo ni la más mínima intención de jugar al football. Además, su madre, Eddie B., le prohibió jugar al football en su año Freshman.
¿Entonces… Qué es lo que ocurrió para que Jerry Rice se convirtiera en la leyenda viva del football que es hoy en día?
Un castigo. Así de sencillo.
Un día de tantos, ya en su año Sophomore, Jerry, al que no le gustaba estudiar, decidió “hacer pellas” y no ir a clase. Con tan mala suerte, que el ViceDirector del High School, le vio. Jerry se percató de ello, y salió corriendo. Fue entonces cuando el ViceDirector salió tras él como alma que lleva el diablo y consiguió darle caza, eso sí, completamente exhausto. Seguidamente, lo llevó al interior del gimnasio del High School, y le impuso un castigo: Jugar en el equipo de “B. L. Moor High School”.
Aunque existen ciertos rumores de que quien persiguió a Rice fue el Director, y que, tras llevarle al gimnasio, le ofreció participar en el equipo de football dada la extrema velocidad de Rice, lo cierto es que no existe evidencia alguna de esta versión, y sí de la anteriormente relatada, en la que el ViceDirector, tras perseguirle, le impuso como castigo jugar a foobtall, algo que el propio Jerry Rice confesó en su momento a Los Ángeles Times, tras lo cual manifestó: “…y así fue como empecé a jugar este deporte”. Debemos señalar que, aparte del footbal, Jerry Rice también tomó parte en otras actividades deportivas en High School, como baloncesto y atletismo.
Tras su ingreso en el equipo de football de High School, Jerry jugó en muchas posiciones, dada su extrema versatilidad y sus dimensiones físicas: 1,88 y 91 kilos. Quizás fue por ello que recibió muy pocas ofertas para jugar en College: Una procedente de una pequeña universidad NAIA, de Itta Bena, localidad muy cercana a Mississippi Valley Sate, de donde precisamente le llegó la otra oferta para jugar en College. Y se la hizo en persona, el propio Archie “Gunslinger” Cooley, el Head Coach del equipo de football de la universidad.
Para no repetirnos, nos remitiremos a lo dicho acerca del maravilloso y único tándem que conformaron: Wille Totten y Jerry Rice, con Archie “Gunslinger” Cooley a los mandos del equipo como Head Coach.
Jerry Rice, Archie “Gunslinger” Cooley y Willie Totten, juntos de nuevo. (Foto: twitter.com)
Jerry Rice, enseguida se consolidó como WR1 del equipo y objetivo principal de Totten, recibiendo el sobrenombre de: Jerry “World” Rice. El mote de “World” vino a colación del hecho de que en la plantilla, todo el mundo decía que no había ningún balón en todo el mundo que no pudiera atrapar Jerry Rice.
Y es aquí, donde “el hijo del albañil” sacó provecho de haber trabajado cogiendo ladrillos de obra al aire, hasta capturarlos y llevarlos con una sola mano. Rice inspiraba confianza en cada acción, movimiento, y sobre todo, captura de balón. Jugador tremendamente seguro, capturó 51 pases de Touchdown durante su periodo colegial, y en sus temporadas junior y senior, promedió dos touchdowns de recepción por partido.
Si hay que prestar especial atención a algún momento de la vida de Jerry Rice, ese es su año Senior: 1984. Sucedieron muchas cosas: Fue propuesto para candidato al premio Heisman, proviniendo de una universidad HBCU, de la División I-AA, quedando en noveno lugar en el premio Heisman. Capturó 112 pases de Willie “Satellite” Totten, para un total de 1.845 yardas y 28 capturas para Touchdown. Y todo ello, en tan sólo 11 partidos. Dicho año, Mississippi Valley State promedió más de 59 puntos por partido.
Fue entonces, cuando Bill Walsh, el Head Coach de los San Francisco 49ers, en un desplazamiento a Houston para enfrentarse a los Oilers, se encontraba despierto en la habitación del Hotel donde se alojaba, y como no podía dormir, decidió ver un highlight más, cuando de repente oyó al locutor decir entusiasmado: “Y tras esta pausa publicitaria, tenemos algunos higlights increíbles de Jerry Rice en el partido de Mississippi Valley State”. Aquello, captó la atención del mayor promotor de la “West Coast Offense” que existía por entonces; tanto, que se puso de pie para echar un vistazo más cerano a quien él denominó: “leyenda viviente”. Walsh quedó inmediatamente impresionado con lo que había visto, a pesar del escepticismo de sus scouters, entre ellos, el gradísimo Tony Razzano, un auténtico buscador de diamantes en bruto y pepitas de oro, que fue el artífice de reclutar a Joseph Clifford Montana Jr., más conocido como Joe “Cool” Montana. Tras una más que exitosa carrera como socuter, Razzano falleció en 2012, a los 77 años de edad.
Escepticismo, porque los scouters comunicaron a Walsh las dudas que Rice les planteaba al correr las 40 yardas, ya que su mejor tiempo siempre fue: 4,6 segundos.
Ante esto, Bill Walsh antepuso su visita en persona a Mississippi Valley State para ver a Jerry “World” Rice con sus propios ojos, a la opinión de los scouters, donde pudo sacar así sus propias conclusiones.
Y hemos de decir, que en la visita de Walsh a Mississippi Valley State, todo resultó ciertamente cómico: Walsh, bien pertrechado en su asiento, no perdía de vista en el terreno de juego al número 88, Jerry Rice. Y en contra de lo que el resto de ojeadores esperaban de Walsh, este no paró de reír a mandíbula batiente, al ver la enorme -y para él hasta exagerada- zancada de Jerry Rice. Su manera de correr, con grandísima zancada, balanceando la espalda, y apartando a los rivales con su brazo como si fueran figuras de cera, divirtió tantísimo a Walsh, que no paraba de reír.
Lógicamente, todo esto causó perplejidad entre sus acompañantes.
Pero entonces ocurrió la magia: Tras acabar el partido, Bill Walsh dijo a sus asistentes y al Front Office, que “ese era su jugador”, que Jerry “World” Rice era justamente el receptor que ellos necesitaban, pidiéndoles que se pusieran de inmediato manos a la obra, pero que no mostraran ningún interés público por él hasta el día del Draft, porque temía que se lo pudieran arrebatar.
“The catch of the year” fue la expresión que acompañó a esta foto de Sports Illustrated en 1984 (Foto: si.com)
Y llegó el 30 de abril de 1985. El día del Draft. Los por entonces Campeones de la Superbowl de 1985, los San Francisco 49ers, elegían en última posición. Pero fue tal el interés de Bill Walsh por Jerry Rice, que realizó un trade con los New England Patriots, hasta subir al número 16 del Draft.
Dicho trade se fraguó la misma mañana del Draft. Dick Steinberg, el Director de Personal de los New England Patriots, llegó a un acuerdo con los 49ers: El pick de primera ronda número 16, por varias primeras rondas, más rondas bajas adicionales. Dicho trade se consumó con un apretón de manos entre ambas partes.
Hoy en día, desde New England, se considera este, el peor trade de la historia de Patriots. Pero es que prácticamente nadie, excepto Bill Walsh, parecía dispuesto a ofrecer el oro y el moro por Jerry Rice.
Y es así, como Bill Walsh, el considerado padre de la “West Coast Offense”, encontró su “diamond in the rough” en una pequeña universidad HBCSU de la División I-AA de football: Mississippi Valley State.
Y tras el Draft, llegó el Training Camp. Y en él, Jerry Rice, el hijo del albañil, deslumbró desde el primer minuto, llamando la atención de los medios de comunicación, y mostrándose al público como una auténtica estrella del football. Y es por ello, que ante tales hechos, Bill Walsh, Joe Montana y varios miembros más del equipo, decidieron hacerle una proposición a la flamante nueva estrella: Quedar con Roger Craig, Raymond Farris y Joe Montana al día siguiente, muy, pero que muy temprano, en la colina de San Francisco, para ir a correr juntos, dado que Joe Montana solía ir allí a correr prácticamente a diario.
Y allí estaba Jerry Rice al día siguiente, a la hora acordada, flamante, sonriente, y dispuesto a atacar a la ya famosa colina de San Francisco. El resultado fue, que tras varias subidas y bajadas, Jerry Rice, acabó exhausto, no pudiendo continuar más la marcha, mientras el resto de compañeros de equipo proseguía su rutina diaria sin problema alguno.
Dicha cura de humildad, hizo que sintiera todavía más respeto aún si cabe por su QB, Joe Montana, y desde entonces, y hasta el día de hoy, Jerry Rice, jamás dejó de subir la colina todos los días de madrugada. Y contra más veces la subía, mejor y más rápido se volvía su juego.
Jerry Rice es miembro del Salón de la Fama de la NFL, clase de 2010.
Sin entrar en profundidades, dado que es un artículo de College Football, más que de NFL, resulta obligado destacar algunos de los logros y estadísticas de Jerry Rice en la NFL, debiendo destacar un dato IMPORTANTÍSIMO: Dichos logros, los consiguió con un QB diestro: Joe Montana, y otro zurdo: Steve Young. Y con ambos rindió exactamente igual, y levantó el Lombardi con ambos QBs, a pesar de lo que por lógica, conlleva el cambio de un QB diestro a otro zurdo: Cambio de lugar, de Líneas Ofensivas y Defensivas, Secundarias, hombro receptor, etc… Pero Rice se adaptó, sin aparentemente, ningún tipo de problema. Todo ello le convirtió en, como dijo Bill Walsh, “una leyenda viva”. Estos son, algunos de los logros del mejor Wide Receiver de la historia del football:
– 3 Super Bowls (XXIII, XXIV, XXIX).
– 1 Super Bowl MVP (XXIII).
– 2 veces Mejor Jugador Ofensivo del año (1987, 1993).
– 10 veces mienbro del Primer Equipo All-Pro (1986–1990, 1992–1996).
– 2 veces miembro del Segundo Equipo All-Pro (1991, 2002).
– 13 veces Pro-Bowler (1986–1996, 1998, 2002).
– 6 veces líder en recepción de yardas (1986, 1989, 1990, 1993–1995).
– 2 veces líder de capturas (1990, 1996).
– 6 veces líder de recepciones de touchdowns (1986, 1987, 1989–1991, 1993).
– Número 80 retirado por los San Francisco 49ers.
– 1.549 recepciones en toda su carrera.
– 22.895 yardas de recepción en toda su carrera.
– 197 Touchdowns de recepción en toda su carrera.
– 208 Touchdowns en toda su carrera.
– 23.546 yardas de carrera.
Jerry Rice mostrando los anillos conseguidos en la NFL (Foto: tmz.com)
Como señalamos al inicio del artículo, Heráclito de Éfeso solía decir que :“Los buscadores de oro, cavan mucho y hallan poco”.
Tras haber ahondado en los busquadores de diamantes en bruto, gemas escondidas y piedras preciosas, escondidas en la “cantera” de Mississippi Valley State, vaya desde aquí, todo nuestro respeto y admiración para estos buscadores de tesoros ocultos, puesto que su grandioso, y en ocasiones poco valorado trabajo, hace que todos aquellos que amamos este maravilloso deporte llamado football, seamos muy felices con tan acertados y atinados descubrimientos, como fueron, en este caso: Willie “Satellite” Totten, David “Deacon” Jones y Jerry “World” Rice.
Aitor Merino. @TodoCollegeF
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